Encontré esta inspiradora historia en el blog de Juan Boronat “Las blog en punto”.
Paul es un artista urbano que se gana la vida desde hace siete años haciendo música con una silla en la salida principal de una estación de metro de Varsovia.
La peculiar habilidad de este artista urbano sirvió de inspiradora a los creativos de Ikea, que transformaron una anécdota en la base para construir toda una historia. De esta forma, de la noche a la mañana, el anónimo Paul pasó a convertirse en protagonista de una campaña especialmente dirigida a redes sociales, destinada a difundir las bondades de los diferentes modelos de sillas expuestos en las tiendas de Ikea.
Cada día, el artista testa un modelo de silla elegida por los fans, percutiendo sobre ella y definiendo el estilo musical para el que mejor se ajuste. Posteriormente, los vídeos de la prueba y los comentarios del ‘artista’ se subirían al perfil de Facebook para que fuesen conocidos por todos.
Los modelos de sillas llevan luego una etiqueta Testeada por Paul “the chair” como si se tratara de un certificado, ya que en definitiva actúa como tal.
Los resultados mostraron un incremento de un 70% (y siguen aumentando) en la cantidad de seguidores en la página de IKEA.
Ikea nos demuestra, una vez más, el enorme valor que tiene la creación de contenido a la hora de promover la imagen de un producto. Ser capaces de desarrollar un storytelling atractivo, memorable y creíble, contribuye a que el público se identifique con los valores de la marca y los asuma como propios, lo que implica un trascendental acercamiento a una actitud positiva de compra.
Conclusión:
Las historias interesantes venden pues involucran a la gente. ¿Tiene tu producto una historia para compartir?