A partir del boom de las empresas de Internet, una nueva agenda de temas se ha instalado en el mundo de los negocios: las Stock Option Plan y Cómo constituirlas esas empresas de Internet.
Se plantean nuevos interrogantes ante la problemática de la regionalización y cómo resolver nuevas situaciones con marcos legales que, sin duda, no las contemplan.
Otro tema destacable es que, por fin, se reconoce que el valor agregado de la empresa lo aportan los que trabajan -¡Ah… si Marx viviera!- y que las personas no son tan fácilmente reemplazables como han pretendido hacernos creer este último tiempo.
También queda claro que la capacitación y la dedicación al trabajo son valores imprescindibles.
Para aclarar algunos de estos puntos, Mujeres de Empresa asistió al seminario dictado por Juan Hardoy y Juan Martín Arocena del estudio de abogados Allende Brea en el marco de las reuniones de Angel Meeting.
Justamente, los abogados encararon el tema de la necesidad de alinear los intereses de la empresa con los de los empleados, que muchas veces no son coincidentes, teniendo en cuenta de que son los últimos quienes generan el valor de la primera.
En este sentido, una modalidad, proveniente del derecho americano, es la del stock options plan. La idea es posibilitar la incorporación como accionistas a los directores, gerentes o empleados beneficiarios del plan con dos objetivos principales:
- Que el beneficiario permanezca en la compañía por un plazo lo más extenso posible.
- Que agregue valor a la empresa, es decir, que contribuya a aumentar el precio del valor de la acción de la compañía.
Este sistema, exitoso en EE.UU., está siendo difundido en Europa. En la Argentina y, en general en Latinoamérica, es un concepto todavía nuevo que se enfrenta en nuestros países con restricciones legales.
En la Argentina, por ejemplo, una dificultad concreta es la que tiene que ver con el derecho a la preferencia.
Cuando una empresa aumenta su capital para emitir nuevas acciones y entregarlas a los beneficiarios, le tiene que dar preferencia a los que son, hasta entonces, sus accionistas.
Por lo tanto, los beneficiarios del supuesto plan, que serían los futuros accionistas, no tienen la seguridad de, cuando llegue el momento, existan, acciones disponibles para que ellos compren.
¿Cómo se está superando esta dificultad? Constituyendo la sociedad en EE.UU. u off shore.
Ambas legislaciones contemplan la emisión de acciones conforme a los parámetros de un stock options plan.
Stock Option Plan: Parámetros Principales
El plan no se basa en acciones cedidas por los accionistas, sino en base a la emisión de nuevas acciones mediante un aumento del capital de la compañía. Esta nueva emisión implica, obviamente, una dilución proporcional de los accionistas que ya estaban para permitir, de esta manera, el ingreso de los beneficiarios del plan.
Otra modalidad, menos frecuente, es la del «plan de opción fantasma». Consiste en entregar dinero en lugar de acciones.
Una de las principales contras que tiene es el desembolso en efectivo que la compañía tiene que hacer y, si la empresa fue exitosa, puede ser que dicho desembolso sea importante afectando, de este modo, la liquidez de la compañía. Además, puede ser que la persona esté interesada en quedarse con las acciones.
Con el esquema tradicional esto sería posible, en tanto que no lo es con el de opción fantasma. El otro sistema que, a veces, se ha utilizado en el pasado, consiste en que los accionistas de la empresa se comprometan a ceder parte de sus acciones.
Sin duda, el mejor sistema es el que los beneficiarios del plan suscriben un aumento de capital.
La pregunta que, seguramente, todos nos hacemos es por qué se pusieron de moda estos planes. La respuesta está lejos del socialismo. Sucede que en las empresas de Internet no hay, o hay poco, dinero para sueldos.
El 70 por ciento del presupuesto se destina a publicidad y poco queda para consultores o empleados. Entonces, si es necesario contratar a alguien especializado pagándole menos dinero que en la economía tradicional, forzosamente hay que ofrecerle algo a cambio y ese «algo» son las opciones.
De esta manera, pareciera ser que, por una vez, todos ganan. La empresa no desembolsa un capital que no tiene y los empleados apuestan parte de su ingreso a ganar mucho más que el sueldo. El crecimiento de la compañía, por esta vez, favorece a todos.
La próxima semana seguiremos presentando ideas para armar un stock option plan que recompense a sus empleados.