Algunas personas dejan que su carrera se vaya desarrollando según como “sople el viento”, otras están firmemente decididas a guiarla hacia sus objetivos personales. Un buen ejemplo de planificación de carrera es el cantante de ópera Luciano Pavarotti.
En una célebre entrevista concedida a la BBC Luciano cuenta que cuando comenzó su carrera había más de 20 excelentes tenores profesionales en el mercado.
La ópera es un mercado reducido, así que 20 competidores firmemente establecidos era un gran desafío. Luciano comenta a la BBC que cuando analizó la situación se dijo: Tendré que pelear.
Y decidió armar un repertorio que los otros tenores no hicieran, ya sea porque fueran piezas más extrañas o más difíciles. Como consecuencia de esa decisión su carrera profesional despegó cuando interpretó al Duque de Mantua en Rigoletto, la ópera de Giuseppe Verdi, obra que suponía un tremendo esfuerzo vocal.
Ese ha sido el primer éxito comercial de Pavarotti, el primer papel que lo consagró como profesional y el papel que inició el ciclo de beneficios económicos.
Primera Lección: En mercados saturados es posible elegir nichos de mercado que otros no quieran pero que todavía sean rentables para ti.
La segunda enseñanza que nos deja Pavarotti es saber decir que no cuando corresponde, o sea saber que papeles podía interpretar que se correspondieran con su voz y le permitieron destacarse. En ese sentido reconoce en la entrevista que haber aceptado el papel de Don Carlos, sabiendo que no era para su voz y sólo para complacer a otra persona, fue un tremendo error.
Segunda Lección: No todas las líneas de trabajo resultan apropiadas para el desarrollo de tu carrera. Deja pasar las que no van bien con tus objetivos. En esta misma línea de pensamiento podemos decir que no todos los prospectos son adecuados clientes para nuestro producto o servicio.
Y la tercera enseñanza que nos ofrece Pavarotti es tomar riesgos. Eso fue lo que hizo en “La hija del Regimiento” de Donizetti, cuando en una parte de la partitura que estaba pensado para cantar en falsette, Luciano “se mandó” las 9 notas Do agudos seguidos en una proeza que hizo estallar en aplausos a la misma orquesta (durante el ensayo final con vestuario).
Y además confesaba en la entrevista que se estaba preparando para volverlo a hacer, ahora que su voz ya no era joven. Como también pensaba interpretar Otello en el Covent Garden, una ópera sumamente exigente en un teatro exigente, ante un público de lo más exigente. Era definitivamente un tomador de riesgos. Luciado decía: Nací durante la guerra, tomar riesgos es parte de mi persona.
Tercera lección: Toma riesgos controlados. Ve por más, busca siempre entregar un poco más en una tarea que brinde mayor lucimiento a tu carrera.
Es de destacar las enormes cualidades histriónicas de Pavarotti, su capacidad para acercar la ópera a gente que jamás se le había ocurrido escuchar esa música, prueba de ellos son las 500,000 personas que reunió en su recital en Central Park, NYC.
No en vano Luciano había sido maestro de escuela primaria y vendedor de seguros antes de pensar en tener una carrera profesional como cantante.
Como yapa un video con la interpretación de Nessum Dorma de Pavarotti grabada en vivo en París.
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