Dicen que la pasión es ese ingrediente secreto que transforma a una persona promedio en un líder audaz.
Pero ¿qué es la pasión?
Etimológicamente pasión proviene del latín paseo que significa sufrimiento, pero en la práctica el concepto de pasión tiene diferentes usos e interpretaciones. Se trata de la acción de padecer, lo que supone una perturbación o afecto desordenado del ánimo.
En otro sentido, se conoce como pasión la afición vehemente hacia algo y la inclinación muy fuerte hacia otra persona o actividad, ya sea trabajo, deporte o una idea.
En este artículo nos vamos a referir a la pasión como ese sentimiento muy intenso por una actividad. Y ciertamente la pasión por el trabajo no debe confundirse con pasión por el dinero.
Según Steve Jobs «La gente con pasión puede cambiar el mundo para mejor”. Y es que Jobs se destacaba por la pasión que ponía en su trabajo y por su habilidad para comunicarla y movilizar a la gente que trabajaba con él.
Después de todo cuando volvió a Apple (lo habían echado de su propia empresa) tras 12 años de ausencia, la empresa estaba prácticamente quebrada y andaba sin rumbo. Jobs infundió una nueva pasión al grupo y sacó la empresa adelante.
Sin embargo, en un artículo reciente de Dina Gerdeman para Harvard Business School, la autora dice que la pasión también tiene un lado oscuro que puede desanimar a la gente e incluso hacer que se sientan amenazados. Vamos a ver de qué se trata.
La pasión puede ser embriagadora
Cuando una persona expresa pasión por una idea en el momento adecuado y en el contexto adecuado, esta intensa energía positiva puede actuar como una atracción gravitacional que absorbe a otros a invertir su tiempo y apoyo, contribuyendo en última instancia al éxito de la idea.
Según Richard Branson, fundador de Virgin Group, «La pasión, como una sonrisa, es contagiosa. Se pega a todos los que te rodean y atrae a gente entusiasta a tu órbita.»
Pero, ¿Cuándo funciona la pasión y cuándo no?
¡Qué pregunta!
Y para responderla, el profesor de Harvard Jon Jachimowicz y un equipo compuesto por Christopher To de la Universidad Northwestern, Adam D. Galinsky de la Columbia Business School, así como Shira Agasi y Stéphane Côté, ambos de la Universidad de Toronto, diseñaron una serie de seis estudios para entender mejor cómo funciona la pasión en el lugar de trabajo.
El documento resultante, The Gravitational Pull of Expressing Passion: When and How Expressing Passion Elicits Status Conferral and Support from Others, fue publicado en julio de 2019 en la revista Organizational Behavior and Human Decision Processes.
En el primer estudio el equipo recopiló datos del programa de televisión canadiense Dragons’ Den, en el que 177 empresarios presentaron sus ideas y productos a un panel de cinco inversores, llamados dragones, para solicitar apoyo. ¿Las presentaciones de alta pasión atraerían a más inversores?
El equipo de investigación descubrió que los empresarios que se mostraron más apasionados por sus proyectos recibieron más ofertas. De hecho, sólo un ligero aumento en la cantidad de pasión expresada creó un aumento del 40% en la probabilidad de obtener la financiación.
«Cuando vemos a alguien que es apasionado, a menudo lo tomamos como una señal de competencia y éxito futuro. Como resultado, ofrecemos apoyo a esa persona», dice Jachimowicz.
A veces la pasión no es apropiada
Pero al mismo tiempo, el equipo descubrió que la pasión no siempre funciona. En un segundo estudio, los participantes vieron videos de Dragons’ Den y evaluaron cómo sonaban los empresarios apasionados. Los inversores estaban más inclinados a abrir sus carteras a los empresarios que expresaban su pasión de manera auténtica.
Sin embargo, los empresarios que no expresan una auténtica pasión no ganaban tanto apoyo de los inversionistas.
«¿Es ésta una situación en la que expresar pasión es apropiado, y si es así, cómo puedo expresar pasión de una manera que sea valorada positivamente?” se pregunta Jachimowicz.
La pasión No funciona para algunos trabajos
La pasión también puede ser contraproducente en ciertas posiciones más que en otras. Un tercer estudio comparó a personas con dos trabajos diferentes que expresaron pasión por sus contadores y consultores. Los 64 participantes dijeron que era apropiado que los consultores expresaran su pasión, pero no los contadores. Un participante afirmó que «los contadores deben permanecer estoicos y sin emociones».
«Podría tener que ver con el sentido de objetividad que la gente espera de ciertos trabajos», dice Jachimowicz. «Queremos que nuestros maestros sean apasionados e infundan sed de aprendizaje, pero queremos que nuestros contadores trabajen diligentemente. Queremos abogados apasionados, pero no jueces apasionados».
«SI SOY UN LÍDER EN UNA COMPAÑÍA O EQUIPO, SÓLO EXPRESAR PASIÓN NO NECESARIAMENTE HARÁ QUE LA GENTE ESTÉ DE ACUERDO CONMIGO Y ME AYUDE A TENER ÉXITO.»
Pero la pasión también tiene un componente cultural.
Para entender la importancia del código cultural, te sugiero volver a leer: La neurociencia aplicada al marketing.
Jachimowicz, de origen alemán, aprendió de primera mano hasta qué punto un determinado puesto de trabajo es importante para que la pasión sea considerada aceptable.
La palabra alemana para pasión, «Leidenschaft», se traduce literalmente como «la capacidad de uno para soportar las dificultades», de modo que los trabajadores alemanes pueden ser más propensos a expresar su pasión en silencio, bajando la cabeza, trabajando duro y siendo persistentes.
Pero ese comportamiento le funcionó en contra cuando se mudó a los Estados Unidos, donde su silenciosa determinación llevó a sus colegas estadounidenses a preguntarse si tenía suficiente pasión por el trabajo. «Eso me hizo darme cuenta de que el contexto cultural importa, y la pasión sólo es beneficiosa si otros pueden verla.»
Los compañeros de trabajo necesitan creer
Hay otra advertencia a considerar, según los investigadores. La gente sólo apoyará a los colegas apasionados si están de acuerdo con su causa.
Cuando los participantes en un cuarto estudio leyeron sobre trabajadores apasionados por los temas ambientales, sólo los participantes que simpatizaban con esos puntos de vista mostraron admiración. Los otros le dieron la espalda.
Así que Jachimowicz aconseja: «Si soy un líder en una compañía o equipo, el sólo hecho de expresar pasión no necesariamente hará que la gente esté de acuerdo conmigo y me ayude a tener éxito. Tal vez debería trabajar para que todos suban a bordo con la meta primero”.
La pasión sale a relucir negativamente en entornos competitivos
Peor aún, la pasión puede ser tóxica en situaciones competitivas. «La pasión puede ser un pegamento que une a los demás, pero también puede servir como una gasolina que inflama los sentimientos de la competencia», dice el periódico.
En un quinto estudio, donde los participantes imaginaron que estaban compitiendo contra un compañero de trabajo por una promoción, los participantes no sólo se negaron a apoyar a un compañero de trabajo apasionado sino que los vieron como una amenaza.
«En el momento en que se establece un entorno de suma cero, la expresión de la pasión se convierte en un veneno en el lugar de trabajo», dice Jachimowicz. «Si dos empleados compiten por algo, uno puede intentar socavar al otro.”
Fingir pasión no funciona
Expresar su «fuego interior» en una entrevista de trabajo puede funcionar a favor de un candidato, pero el candidato también debe ser consciente de que en ciertas situaciones, puede parecer no muy afortunado. Por ejemplo, si soy el encargado de contratación, ¿qué pasa si creo que esta persona va a venir por mi trabajo en tres años?.
Un consejo que Jachimowicz tiene para los candidatos a un puesto de trabajo, así como para todos los trabajadores: Nunca finjas pasión si no la sientes.
«La gente es muy buena para detectar las pasiones falsas», dice. «Incluso si puedo engañarte una vez en una entrevista diciendo que realmente quiero trabajar aquí, no puedo engañarte durante los próximos seis meses en el trabajo. Y una vez que la gente descubre que no eres apasionado, se sienten engañados. Cuando la gente expresa pasión en el lugar de trabajo, siempre debe ser auténtica y genuina”.
Conclusiones
Expresar pasión por una idea en el momento adecuado y en el contexto adecuado puede desencadenar una inmensa energía positiva. Pero la gente detecta cuando la pasión es falsa o exagerada y castiga a los que la fingen.