El Premio Nóbel de la Paz 2011 reconoce la lucha por los derechos de las mujeres.
El Comité Nobel ha dividido el galardón entre tres activistas, premiando a la presidenta de Liberia, Ellen Johnson Sirleaf; a la activista Leymah Gbowee, también liberiana, y la activista yemení Tawakkul Karman.
“Con este Nobel de la Paz se reconoce algo que los activistas de los derechos humanos saben desde hace decenios, esto es: la promoción de la igualdad es esencial para crear sociedades justas y pacíficas en todo el mundo”, ha manifestado el secretario general de la organización, Salil Shetty.
“El trabajo incesante de estas mujeres y de un incontable número de activistas más nos acerca a un mundo en el que las mujeres verán sus derechos protegidos y tendrán creciente influencia en todos los niveles del gobierno.”
Las tres activistas recibieron el premio por “su lucha no violenta por la seguridad de las mujeres y de sus derechos a participar plenamente en el trabajo de consolidación de la paz”, señaló el presidente del Comité Nobel del Parlamento noruego, Thorbjorn Jagland.
El mundo no puede alcanzar la democracia y una paz duradera “a menos que las mujeres obtengan las mismas oportunidades que los hombres para influir en los acontecimientos en todos los niveles de la sociedad”, acotó desde Oslo, la capital noruega.
“El premio de este año, envía un mensaje al mundo árabe sobre la democracia y los derechos de las mujeres”, remantó Jagland al leer ante la prensa el comunicado en el que anunció la distinción para las destacadas activistas.
Ellen Johnson Sirleaf

Es la primera mujer elegida presidenta en algún país de África.
La mandataria liberiana, una economista de 72 años contribuyó a poner fin a los 14 años de conflicto armado en ese país africano y a la caída del anterior presidente, Charles Taylor, al que un tribunal internacional juzga por crímenes contra la Humanidad.
Leymah Gbowee
La activista, de 39 años, es conocida por haber organizado el movimiento pacifista que logró poner fin a la segunda guerra civil en Liberia en 2003, lo que posibilitó, además, la elección democrática de Ellen Johnson Sirleaf, la otra premiada.
Desde entonces, ha trabajado para aumentar la influencia de las mujeres en África Occidental durante y después de la guerra civil.
Tawakkul Karman
Karman, de 32 años, ha jugado “un papel importante en la lucha por los derechos de las mujeres y para la democracia y la paz en el Yemen”, indicó el comité. Esta política y activista pro derechos humanos, que lidera el grupo de Mujeres Periodistas Sin Cadenas creado en 2005, encarna el ansia de libertad y cambio en Yemen.
Lleva protestando todos los martes desde 2007 frente a la sede del gobierno contra la falta de libertad de expresión, los matrimonios infantiles, y otras violaciones de los derechos humanos y se ha convertido en la primera mujer árabe en ganar este premio.