Su hijo se va a vivir con la novia, alquilan un departamento a nombre de los dos y Ud. sale de garante con su casa.
Sabe que con el sueldo de ambos podrán pagar perfectamente el alquiler y bueh…Ud. hubiera preferido que esperara y pudiera comprar, pero también comprende que no es tan fácil en estos tiempos.
La pareja fracasa y su hijo se va del ex nidito de amor. ¿A dónde va? A su casa. Sí, a la suya, vuelve vencido a la casita de los viejos…
Dice que prefirió irse ante que el conflicto siguiera en aumento y terminaran faltándose el respeto, pero que acordaron que ella se quedará en el departamento y pagará el alquiler. Parece que se separaron en buenos términos.
Pasa el tiempo y su hijo ya formó otra pareja. Ud. ni se acuerda de aquella garantía que firmó alguna vez cuando de pronto recibe una demanda de ejecución de alquileres, intereses y costas.
Oh, sorpresa…! La ex novia no pagó el alquiler durante un año y ahora Ud. ya tiene la casa embargada. De modo que sí o sí debe cancelar urgente esa deuda.
Su hija le dice que no pague nada, que en realidad es un problema del hermano y debe hacerse cargo él de sacarla de este lío. Pero él «ya está en otra«: otra mujer, otra casa que está pagando…y los números no le cierran si tiene que pagar también esta deuda. Sin contar con que considera injusto tener que cancelar un alquiler de un inmueble donde él no vivió en el último tiempo. Dice que si no paga la ex novia, «la mata«.
Conclusión
Termina pagando Ud., acudiendo a sus únicas reservas o sacando un crédito personal con tal de levantar el embargo.
Esto, en el mejor de los casos. Conocí gente que ha llegado a perder una propiedad para pagar los alquileres de una propiedad que en un principio habitó un hijo y luego se separó. La garantía sigue vigente hasta que reintegren el inmueble desocupado.
Sugerencia: en caso de separación de una pareja no casada, sin hijos, si están alquilando, lo ideal es rescindir el contrato y que cada uno alquile por su cuenta y consiga su garante.