Imagina este escenario:
Estás trabajando como una posesa, terminando de escribir esa nota para tu blog, devolviendo el llamado de un potencial cliente y preparando todo para mandar tu newsletter a primera hora mañana; todo a la vez.
Y al mismo tiempo pareciera como si hubiera docenas, cientos de cosas por hacer en el marketing de tu negocio. Puede llegar a ser muy difícil encontrar un balance entre todas esas tareas, hasta que comienzas a sentirte sobrepasada y te parece que nada funciona bien.
Es momento de quitar el pie del acelerador, descansar un momento y respirar profundamente.
Puedes obtener cierto control sobre tu marketing si te das cuenta que existen dos clases: el marketing proactivo y el pasivo.
El marketing proactivo trata de todas esas tareas que encaramos activamente para promover nuestro negocio o actividad. Mientras que el marketing pasivo es construir y mantener una base informativa y social sobre la que se desarrolla el otro tipo de marketing.
Cuando comprendes esto y llegas a distinguir cual es cual es mucho más sencillo equilibrar estos dos tipos de actividades. Lo que además trae como resultado un marketing mucho más efectivo en general.
[bctt tweet=»Equilibra tu marketing pasivo y proactivo y tendrás una fórmula ganadora y menos estrés.»]
Comencemos con el Marketing Proactivo
Como ya dijimos el marketing proactivo lo constituyen todas esas acciones específicas que ejecutamos para promocionar activamente un producto o servicio.
El marketing proactivo consiste en tres pasos bien definidos:
- Enviar comunicaciones de marketing
- Tener una audiencia a quien enviar el mensaje
- Relacionar a los potenciales clientes en una conversación
#1 – Envío de comunicaciones de marketing que atraigan a clientes potenciales.
Este mensaje puede ser verbal, por correo electrónico, o a través de una charla o en otro medio.
Así que es mejor que ser absolutamente claro y verificar si esa comunicación será de interés para ese público y genere suficiente atención e interés que desencadena respuestas positivas.
#2 – Por supuesto necesitas tener una audiencia a quien transmitir tu mensaje.
Podrían ser lectores de tu blog, gente en tu lista de correo electrónico o un grupo de personas que asisten a una charla patrocinada por un grupo o asociación. Las personas están ahí fuera, sólo tiene que encontrarlas.
Esto es un poco más difícil que el primer punto, pero con un poco de investigación y ensayo y error tu puedes encontrar tu público.
Si haces los puntos # 1 y # 2, obtendrás alguna respuesta de clientes potenciales que quieren saber más, y están dispuestos a explorar la posibilidad de trabajar contigo. El siguiente paso es:
#3 – Involucra a tus potenciales clientes en conversaciones
El objetivo es descubrir si tu tienes lo que quieren y luego encontrar una manera de trabajar juntos que sea mutuamente beneficiosa.
Esto generalmente se llama venta, (pero como resulta una palabra desagradable preferimos evitarla).
Esto es, con mucho, la parte más fácil de todo el proceso. Te reúnes con el potencial cliente, conversan y exploras hasta llegar a una forma de trabajar juntos que tiene sentido y parece divertido y rentable.
OK, eso es tres pasos. ¿Es así de simple?
Bien, seguro que hay una gran cantidad de análisis, planificación y acción en esos tres pasos, pero sí, es bastante simple. Voy a hablar de eso un poco más adelante.
Entonces podemos pensar en el marketing proactivo como hacer una campaña enfocada o promocionar un programa o servicio en particular. Hago marketing proactivo tanto para programas pequeños como grandes.
Ahora veamos el Marketing Pasivo
Escribir un blog, publicaciones electrónicas, contenido web y las redes sociales son marketing pasivo. El Marketing pasivo difunde tu nombre y ti mensaje por ahí, pero no es la promoción directa que requiera una respuesta.
El marketing pasivo no tiene por qué ser tan urgente y tan centrado como el proactivo. Tan solo está! Publicas una nota en un blog, mejoras tu sitio web, envías una publicación electrónica periódica, o respondes a alguien de LinkedIn.
Una advertencia: No trates de hacer marketing proactivo con herramientas de marketing pasivo.
[bctt tweet=»No trates de hacer marketing proactivo con herramientas de marketing pasivo.»]
Veo un montón de gente que lo hace. Envían correo electrónico tras correo electrónico, publican en su blog tres veces al día, y están constantemente publicando artículos, enlaces y recursos en Facebook o LinkedIn y cada otra plataforma de medios sociales en la existencia.
Pero están frustrados porque no consiguen los resultados que esperaban. Eso se debe a que el marketing pasivo no está diseñado para la respuesta, sino para proporcionar información y construir familiaridad y confianza.
Por lo tanto, relájate y diviértete con el marketing pasivo. Claro, asegúrate de mejorar tu website, escribir algunos grandes artículos, y construir tu lista, dando un informe gratuito en tu sitio web. Chatea con tus contactos en las redes sociales. Pero no te obsesiones con ello.
Y sí, de vez en cuando la gente se comunicará contigo como resultado de tu comercialización pasiva. Considéralo un bono…
Marketing Proactivo y Pasivo: Como Encontrar un Balance
Cuando pones el marketing activo y el pasivo en el sitio correcto, las cosas no parecen ya tan urgentes, ¿verdad?
Mi marketing pasivo consiste en escribir mi newsletter y blog una vez por semana. Lo hago cada lunes y me lleva unas horas. Luego cuando tengo un ratito publico en los medios sociales, actualizo mi website, etc.
Mi marketing proactivo lo planifico con bastante antelación. Escribo emails y cartas de venta y agendo conferencias y/o webinars. Planifico todo con una agenda y ejecuto minuciosamente.
Personalmente ya no hago tantas acciones de marketing proactivo. Para mi Programa Master lo hago una vez al año; y cuando se trata de programas mas pequeños, suelo hacerlo más frecuentemente, aunque ahora los estoy recortando.
Y, con este enfoque, me permite poner mi tiempo en el que es más importante: Trabajar con mis clientes.
Equilibra tu marketing pasivo y proactivo y tendrás una combinación realmente ganadora y mucho menos estrés.