La puertorriqueña Laura M. Gorbea es una de las empresarias líderes en la isla del encanto, como habitualmente se conoce a Puerto Rico en el Caribe.
En enero del 2000 fundó Altamente, una empresa especializada en soluciones Linux para negocios.
El año pasado ha sido elegida para representar a la empresa privada y desempeñarse como Directora del “Puerto Rico Research and Commercialization Alliance” (Alianza de Investigación y Comercialización de Puerto Rico).
La empresa Altamente fue fundada con el apoyo del Banco de Desarrollo Económico y capital semilla, convirtiéndose en la primera empresa de tecnología puertorriqueña que recibió fondos de inversión para empresas nacientes.
Gorbea ha sido la visionaria detrás de cada producto y oferta de la empresa, comenzando con Altabox su dispositivo de comunicaciones seguras por Internet y, más recientemente ACES, un programa interactivo para manejar portales en la web.
Entre sus proyectos, Laura ha estado trabajando para reunir a la comunidad de código fuente abierto y Linux para llevar a cabo una campaña educativa en sectores de Gobierno en Puerto Rico.
Altamente recibió nuevamente respaldo de la Compañía de Fomento Industrial de Puerto Rico, esta vez al otorgar a la empresa un incentivo para la investigación y desarrollo de nuevas utilidades y capacidades de nuestra línea de productos.
Una incansable abogada del sector de innovación y desarrollo tecnológico en Puerto Rico, Gorbea ve el sector de desarrollo tecnológico como piedra angular de una nueva economía sostenible en Isla.
Como parte de esta pasión por el sector de tecnología, Gorbea se ha desempeñado como Presidenta del Grupo de Trabajo de Tecnología Emergente de la Cámara de Comercio de Puerto Rico. En su función estableció una vía para compartir directamente entre los empresarios y creó «Breakfast of Champions» una rueda de prensa y desayuno que se convoca periódicamente para dar a conocer historias de éxito en el sector de tecnología local.
Su compromiso con el sector la ha llevado a participar en múltiples foros y organizaciones. En el 2001, Gorbea abrió las oficinas de Altamente para hacer realidad el lanzamiento del Internet Society Puerto Rico y la Sociedad Java.
Por su activa participación en el proyecto de PRIDCO, conocido como el C&IT Roadmap, fue invitación a ser parte de la Junta Asesora de la implementación de este proyecto, que promete un desarrollo acelerado para el sector de tecnología, informática y telecomunicaciones.
Laura Gorbea además participa activamente en organizaciones como el Concilio de Exportación de PromoExport y la Alianza de Ciencia y Tecnología de la Asociación de Industriales.
En su tiempo libre, Laura trabaja con Detuparte.org, ente que busca promover la responsabilidad social empresarial y el voluntariado. En servicio a la comunidad, trabaja como Coordinadora de Apoyo Familiar para una unidad de la Reserva en servicio activo.
Su pasatiempo favorito es compartir y jugar con sus dos hijos, Olaia de 4 y James de apenas 1 añito.
Laura está completando su doctorado en Antropología Aplicada en la Universidad de Stanford, de dónde además posee una Maestría en Antropología Cultural. Tiene Bachilleratos en Antropología y Bellas Artes de la Universidad de Washington en St. Louis, Missouri.
La entrevista con Laura Gorbea
Markus Leiter: – Como directora del Puerto Rico Research and Commercialization Alliance, ¿de qué manera funcionan la cooperación entre los sectores universitarias y empresariales?
Laura Gorbea:– El Puerto Rico Research and Commercialization Alliance es una de las muchas iniciativas gubernamentales que buscan desarrollar el sector tecnológico de la Isla y posicionar mundialmente a Puerto Rico como un centro de innovación competitivo.
La Alianza supervisa un fondo de capital de gobierno que otorga becas para fomentar la investigación encaminada a producir innovación y el desarrollo de productos listos para salir al mercado.
En los proyectos se puede dar que una empresa tiene conocimiento de tendencias en el mercado y quizás ve más claramente el camino más viable para introducir una nueva tecnología, por otro lado, la universidad tiene riqueza de investigadores y laboratorios.
En otros momentos, puede ser que una empresa posea un conocimiento especializado que podría, con la ayuda de la universidad, tomar vida propia y encontrar nuevas aplicaciones.
Mirando hacia el futuro, estamos ahora comenzando a diseñar una ronda de competencia pautada para julio del 2004 en la cual estaremos presentando a universidades y empresarios necesidades y problemáticas que requieren soluciones. En cada ronda escogeremos las propuestas más acertadas que muestren mayor potencial de innovación y comercialización.
M. L.: – ¿Existe vocación para crecer a otros mercados globales?
L. G.: – En su definición inicial el Puerto Rico Research and Commercialization Alliance es una herramienta más a disposición de empresas puertorriqueñas para lograr desarrollar esos nichos donde podemos ofrecer un valor añadido distintivo en el mercado global.
Sin embargo, creo que lo que presenta es una oportunidad de trabajar en el espíritu de desarrollo económico regional, abriendo la competencia a proyectos con base empresarial o académica en Puerto Rico, pero que cuenten con la participación de otros países.
Siendo franca, no lo hemos considerado, nosotros buscamos emular en algo el programa del gobierno federal estadounidense llamado el Small Business Innovation Research, pero entiendo que de la misma manera podríamos explorar nuevos ejemplos y fuentes de apoyo dentro del Banco de Desarrollo Interamericano, entidad que comparte esa misma visión de fomento económico regional.
M. L.: – ¿Cuales son los éxitos ya logrados, cuales son las dificultades que surgieron para funcionar esa relación integral para ambos partes?
L. G.: – En nuestra primera ronda de becas, presentamos a todas las universidades de la Isla unas 5 áreas temáticas de interés en las cuales pensamos que Puerto Rico podría destacarse.
Para esas áreas evaluamos propuestas para estudios de viabilidad, programas para desarrollo del recurso humano, infraestructura, desarrollo de productos y/o desarrollo de centros de excelencia.
Las propuestas que mostraban lazos comerciales o consideraciones de necesidades de mercado se encontraron favorecidas. En total 10 becas y casi un total de 4 millones de dólares fueron otorgados.
Sin embargo, en el proceso nos encontramos con propuestas que nos desafiaron a examinar los parámetros originales.
Por un lado vimos propuestas de gran mérito y que suscitaron gran interés de parte de los miembros de la Junta que representan la industria privada, más sin embargo, eran proyectos que no poseían, en su diseño, lazos con la industria.
En este caso, la Junta recomendó que, como parte del requisito de la beca, el investigador de dicho proyecto estableciera reuniones y lazos con empresas locales. Por otro lado, vimos propuestas en las que la relación entre empresa y universidad pesaba mucho del lado de la empresa.
En esos momentos evaluamos con cuidado el beneficio a la universidad, el grado de innovación, los derechos de propiedad intelectual y el compromiso de la empresa antes de tomar una decisión.
M. L.: – En la industria de las nuevas tecnologías, uno de los mercado de más rápido crecimiento, ¿cómo están representadas las mujeres en Puerto Rico?
L. G.: – Pues, creo que somos más de lo que muchos se imaginan y seremos un factor decisivo cuya presencia aumentará rápidamente en los próximos años.
Por tal motivo, en septiembre del 2003 organicé por medio del comité de Tecnología Emergente de la Cámara de Comercio de Puerto Rico un evento titulado «Mujeres marcando el paso de la tecnología» en el cual reunimos a 12 mujeres empresarias o líderes en el campo de tecnología en Puerto Rico.
Lo sorprendente de la reunión fue ver cuántas mujeres se han destacado en el campo aunque el público todavía tiene una percepción anticuada en la cual se asumen que somos una rareza. El consenso entre las mujeres participantes es que, aunque somos una marcada minoría (yo lo pondría en 1/10 en cualquier grupo de la industria), cada día con menor frecuencia resultamos ser “la única” o “la primera”.
M. L.: – Teniendo en cuenta, que, tradicionalmente, todavía la tecnología está mirada como un asunto masculino, ¿Cómo se ha desarrollado la distribución entre ambos sexos en ese sector en años recientes?
L. G.: – Aunque en números seamos minoría, las mujeres que se desempañan en el campo de tecnología en Puerto Rico han mostrado ser líderes muy capaces.
Para darte algunos ejemplos: la primera persona en ocupar el puesto de Oficial Principal de Tecnología del Gobierno de Puerto Rico, fue una mujer, la Lic. Melba Acosta; Hewlett Packard en Puerto Rico es presidida por Lucy Crespo, quien a su vez ha sido Presidenta de la Asociación de Industriales de Puerto Rico; en la junta de directores fundadores de la Sociedad de Internet en Puerto Rico éramos 2 mujeres; la división de tecnología de varios bancos en PR son dirigidas por mujeres.
Para estimar tendencias futuras, hay que ver que entre las graduadas de ingeniería de las universidades, las mujeres representan hoy día el 40%.
Hay que ver además que, para ser líder en tecnología, muchas veces lo que se valora es la visión y destreza para dirigir un proyecto trabajando con personas técnicas que a veces se asemejan más al espíritu artístico/creativo que al ingeniero tradicional.
Desde punto de vista de la innovación en el campo de la tecnología, concuerdo con Jack Welch, ex-CEO de GE al sugerir que se mire siempre a la periferia, a las personas que se distinguen por ir en contra de la corriente, pues es en los márgenes de lo aceptado que descubre uno las ideas nuevas y perspectivas que han de cambiar la ecuación.
Con esto en mente, yo añado que esto explica porque no es extraño encontrar entre las mujeres destacadas en el campo de tecnología una fuente de ideas innovadoras que fomentan nuevos desarrollos. Productos se pueden convertir en servicios, servicios al cliente en programas servidos desde un punto central a múltiples clientes por suscripción mensual.
M. L.: – ¿Cree que su caso ha motivado a otras mujeres a seguir en ese segmento?
L. G.: – Sería halagador pensarlo, pero siendo honesta, no creo que sea el caso, llevo muy poco tiempo y la mayoría de mis esfuerzos son dentro del sector ya establecido: trabajo con empresari@s , oficiales de gobierno y la academia.
Por nuestras oficinas han pasado varios empresari@s jóvenes buscando consejo al lanzar sus empresas pero hasta ahora han sido en su mayoría hombres.
Además es difícil reclamar crédito alguno cuando uno lo que hace es ofrecer apoyo o dirección, cuando estoy de frente compartiendo con un/a empresari@ es evidente que los empresarios nacen. Me siento afortunada de poder ser parte de ver los sueños alzar vuelo y hacerse realidad.
M. L.: – Como, además de ser empresaria, usted se interesa mucho de temas de antropología cultural, ¿ registra diferencias culturales y de mentalidad en el mundo empresarial, entre Puerto Rico y Estados Unidos y, por supuesto, con el resto de América latina?¿Cuáles son las posibles dificultades relacionadas?
L. G.: – No me considero apta para comentar acerca de diferencias culturales entre América Latina y Puerto Rico, pero a grandes rasgos sí puedo comentar las diferencias entre los Estados Unidos y Puerto Rico. En el mundo de negocios de Puerto Rico vemos una marcada deferencia por el cómo o de la forma sobre la sustancia.
Toda relación comienza con un grado de deferencia y se busca cuidar una relación personal antes que de negocios, esto se percibe en Puerto Rico como respeto al empresario que se visita. Mientras, vemos que el mismo gesto se podría interpretar como vacilar y divagar y podría percibirse como falta de propósito y pérdida de tiempo.
En el ámbito de negocios estadounidense se cultiva más el respeto a quien provee información directa y fácil de digerir. Se estila más hacer preguntas que faciliten la identificación de los beneficios claros de un nuevo producto o servicio y rápido análisis de costo-beneficio. Claro está, todo empresario puertorriqueño o estadounidense al final del día viene al grano del detalle y mira la sustancia de lo que se dice.
Pero un acercamiento muy directo en Puerto Rico, entre puertorriqueños, puede que descarrile la relación. La agresividad puede identificarse erróneamente como debilidad, necesidad o falta de seriedad.
Es un arte delicado el que se tiene que mantener de socializar respetuosamente y al final proveer contenido claro y conciso que en cada cultura tiene su particular balance idóneo.
M. L.: – Hablando de Altamente, su propia empresa ¿Cuáles son sus proyectos y objetivos para el futuro próximo?
L. G.: – Luego de haber introducido el año pasado con gran éxito controles anti-spam y anti-virus como parte de las utilidades básicas del Altabox, este año esperamos lanzar con el apoyo de la Compañía de Fomento Industrial para Puerto Rico, nuestros dispositivos de redes a nuevos mercados en América Latina como Ecuador, Chile y la República Dominicana.
En los Estados Unidos, esperamos ampliar nuestras ventas de Rhode Island a Massachusetts y a otros estados de la costa noreste donde se ve mucha aceptación de los beneficios de Linux.
Hemos estudiado las experiencias de revendedores de otros dispositivos de seguridad y «gateways» de Internet por lo que estamos desarrollando un plan que les posibilite a los representantes mayor libertad de servicio y oportunidad de ingreso.
Parte esencial de este plan de exportación es establecer una cadena de distribuidores estilo franquicia donde los revendedores se suscriben a un programa de mantenimiento de seguridad y actualizaciones automáticas.
Por otro lado, los revendedores serán adiestrados para poder proveer mayor cantidad de servicios complementarios. Si le añadimos a una mayor posibilidad de generar ingreso un producto que es bilingüe, que es sumamente confiable y seguro, creo que daremos con un éxito seguro en los nuevos mercados.