Este artículo ofrece una visión general de por qué en las altas esferas de las empresas, las mujeres siguen siendo minoría.
Las autoras intentan descubrir cómo las mujeres aspirantes a líderes pueden fortalecer la visión estratégica de sus competencias.
¿Son consideradas las mujeres inferiores a los hombres en la evaluación de sus capacidades de liderazgo, debido al persistente sesgo de género?
No, de acuerdo con un análisis de miles de evaluaciones recogidos por el programa de educación ejecutiva del Insead.
Las Mujeres y la Visión Empresaria
Este análisis mostró que las mujeres tienden a eclipsar los hombres en todos los ámbitos, menos uno: la visión. Lamentablemente, esta excepción es importante.
En el tope de los niveles de gestión, los componentes de la visión: la capacidad de ver oportunidades, la habilidad estratégica basada en una visión amplia del negocio y de inspirar a los demás, son imprescindibles.
Para explorar la naturaleza del déficit, y saber si se trata de una percepción o una realidad, la profesora del Insead Herminia Ibarra y la candidata al Doctorado Otilia Obodaru entrevistaron a ejecutivos mujeres y estudiado los datos de la evaluación.
Ellas desarrollaron tres posibles explicaciones
En primer lugar, las mujeres pueden hacer tanto como los hombres para influir en el futuro, pero hacerlo de una manera diferente; un líder que es menos directiva, incluye a más personas, y comparte el crédito podría no encajar en el modelo mental que la gente tiene de un visionario.
En segundo lugar, las mujeres pueden creer que tienen menos licencia para aventurarse. Aquellas que han construido sus carreras centradas en los detalles, poniendo el hombro en la ejecución podrían dudar de desviarse de los hechos en afirmaciones indemostrables sobre el futuro.
En tercer lugar, las mujeres pueden elegir no cultivar una reputación de grandes visionarios. Después de haber visto hacer pasar bravatas como visión, pueden desestimar la importancia de vender visiones.
Los dos candidatos para la nominación demócrata para presidente de Estados Unidos en 2008 ofrecen un instructivo paralelo.
La contendiente, Hillary Clinton, fue vista como una ejecutora con un impresionante, si bien aburrido, entendimiento de los detalles de la política. El ganador, Barack Obama, fue visto como un carismático visionario que ofrece un futuro esperanzado, aunque sin detallar.
La buena noticia es que todas las dimensiones de liderazgo se aprenden, no son innatas. A medida que más mujeres se conviertan en expertas en, y sean conocidas por su visión del futuro, nada las detendrá.
Sobre las autoras:
Herminia Ibarra es profesora de comportamiento organizacional y Catedrática de Liderazgo y Aprendizaje en el INSEAD en Fontainebleau, Francia. Su libro más reciente es Working Identity: Unconventional Strategies for Reinventing Your Career (Harvard Business School Press, 2002).
Otilia Obodaru es (en la época de publicación) un estudiante de doctorado en comportamiento organizacional en Insead.