Olvídese de los desafíos de pruebas al aire libre y de las salidas para jugar golf.
Últimamente, cocinar es la nueva ola en ejercicios para el desarrollo de equipos corporativos. Y las escuelas de cocina en todo Estados Unidos están en proceso de expansión para satisfacer la demanda.
El año pasado, Hands On Gourmet, compañía en San Francisco, triplicó el número de sus chefs disponibles a 32.
Cooking by the Book, una compañía con sede en Nueva York, realizó ciento setenta y ocho eventos de desarrollo de equipos durante el 2005, lo cual significó un incremento del 24%.
Compañías como Amgen Microsoft envían a sus empleados a picar, cortar en cubos y a saltear para mejorar habilidades gerenciales y de ventas. No importa cómo se haga, el enfoque de las clases de cocina para el desarrollo de equipos corporativos se ha puesto de moda.
“Esta es una forma maravillosa de romper el hielo y hacer que las personas se familiares unas con otras al tiempo que hacen algo tan básico como cocinar”, dijo Stphen Gibas, copropietario de Hands On Gourmet.
Gibas ha visto crecer su negocio de construcción de equipos corporativos el año pasado de un promedio de 12 eventos mensuales a 20.
Algunos de los resultados más gratificantes pueden surgir de un evento de cocina con personas que apenas se conocen.
A lo largo de cada año, Termo Fischer Scientific fabricante importante de equipos de laboratorio, con sede en Massachussets, invita a gerentes de todo el mundo a participar en un programa de capacitación de liderazgo.
Durante los últimos dos años, el primer evento de la semana ha sido un curso de cocina.
“Podemos tener a alguien de China o de Japón que hable muy poco ingles, dijo Shelly Goulet, administradora que coordina los eventos. “Es simplemente asombroso que entonces se unen y hacen cosas juntos. Esto los coloca en un lugar diferente y que los unifica, afuera del mundo de los negocios”.
Por Katie Hafner, San Francisco, The New York Times
Algunas reflexiones frente al mar que quiero compartir:
Que poco parece haber quedado de la capacitación /formación como un proceso de conocimiento profundo, justificado, “serio”, hoy tenemos un significativo número de encuentro más o menos reflexivo, donde por momentos se confunde el aprender con el pasarlo bien, y en gran cantidad de situaciones el aprendizaje suele quedar diluido por simples asociaciones que no siempre tienen un serio marco con la realidad laboral en una organización.
Lo importante es que jugando o no, se logre un aprendizaje de verdadero y profundo valor. Aspecto que no siempre sucede.
Además, ya casi nadie lee los autores “originales”, se leen resúmenes, apuntes varios no siempre fieles.
Muchos leen un libro y creen saber un tema, desconociendo que saber un tema implica analizar distintos enfoques, y múltiples conocimientos de campo, etc.
En un marco donde la información sobra, el conocimiento se suele diluir en repeticiones o acciones que agradan, más que verdades más o menos comprobadas.
Esto hace que todos con información bien presentada puedan abarcar campos que no le son propios, y que en mundo en búsqueda, cualquier tema bien presentado sea un buen negocio, hasta que aparezca otro… y el verdadero proceso de conocimiento en este juego suele quedar diluido.
En este mundo alocado y confundido, pareciera que todos pueden ser cocineros, instructores organizacionales, economistas, comentaristas políticos…