Interpretaciones simplistas al margen y argumentos hollywoodenses a un lado, el manejo de la carrera profesional es un concepto más que útil en una realidad dinámica e inestable.
Qué quiero, qué puedo hacer y cómo puedo hacerlo son algunas de las preguntas que, según la licenciada Lidia Heller, no muchos profesionales se plantean.
Qué quiero hacer, qué puedo hacer y cómo hacerlo son tres preguntas que no muchos profesionales se plantean. El mismo ritmo vertiginoso que lleva a estar permanentemente atento a nuevas oportunidades es el que parece no dejar tiempo para detenerse a pensar o a planificar.
La aparente estabilidad es otro hecho que contribuye muchas veces a no plantearse este tipo de temas. Si bien algunos tienden naturalmente a realizar alguna clase de planificación de la propia carrera, no muchos lo hacen.
Por este motivo hoy existen seminarios y servicios de consultoría destinados a orientar a los profesionales en este sentido.
La Licenciada Lidia Heller es investigadora y consultora en este área y se refiere en esta entrevista al concepto de manejo de carrera, su origen y aplicación y su relación con el entorno.
La entrevista con la Lic. Lidia Heller
Competir: – ¿El concepto de manejo de carrera es un concepto actual? ¿Ahora se empieza a entender que uno puede manejar su carrera o siempre existió esa idea?
Lic. Lidia Heller:- En realidad no siempre existió esa idea porque veníamos de una época industrial, en donde automáticamente se vinculaba “una función y un individuo”, “un puesto de trabajo y un individuo”.
En general se suponía que si uno entraba a una determinada organización pública o privada y hacía las cosas bien y avanzaba, el mero transcurso del tiempo sumado a alguna capacitación hacía que uno fuera ascendiendo hasta llegar a una determinada posición.
Cuando empieza a sentirse la influencia de la globalización – sobre todo a principios de los noventa – en este mundo cambiante e incierto en el que empiezan a aparecer empresas que se fusionan y compañías que se compran y se venden, este concepto de estabilidad empieza a tambalear. Es decir, ya nadie está seguro en su puesto y de lo que se habla es de que la única seguridad posible es la seguridad en uno mismo.
Entonces, si bien el concepto de carrera siempre existió, existió mucho más asociado a “hacer carrera”, de una manera diferente. Ahora estamos hablando del individuo con su historia personal y profesional a lo largo de toda una vida. El tema de planificación y manejo de carrera tiene que ver hoy con la posibilidad que tiene un individuo de manejar su propia carrera.
Competir: – ¿Cuál es la relación de manejo de carrera con el tipo de profesión elegida?
Lic. L. H.:- El manejo de carrera tiene que ver con el contexto en que los individuos se mueven y con el tipo de carrera. No es lo mismo la carrera de una bailarina, de un futbolista, de un ejecutivo o de un político, esto es totalmente variable.
En ese sentido hay carreras más cortas, carreras más largas, más aceleradas o menos aceleradas, este es el concepto. Pero también varían los puntos de llegada y esto tiene que ver con la profesión o con la especialidad y las motivaciones de los individuos, amén del contexto en el cual se desenvuelven.
Por ejemplo, para una bailarina el punto de llegada puede ser bailar en el teatro Colón, ese es su máximo deseo, su punto de llegada o su máxima aspiración. Para un futbolista, jugar un mundial o estar en la selección nacional. Para un ejecutivo, tener cincuenta, sesenta, cien personas a cargo es un símbolo de llegada. Y para un médico quizás, o un académico, que un artículo suyo sea publicado en el Wall Street Journal o en el Harward Business Review es lo máximo. En ese sentido son muchos los factores que intervienen en el manejo de una carrera.
Competir: – ¿Siempre hay un punto de llegada o siempre puede haber hay algo más?
Lic. L. H.:- Bueno, eso depende de las motivaciones individuales. Hay individuos que están fuertemente motivados por el logro, por el poder, y hay otros que no, que no tienen demasiadas motivaciones, con lo cual su carrera puede ser la seguridad, la tranquilidad, la estabilidad y esa es su carrera.
Yo creo que el concepto importante es que cada uno tiene una carrera, más allá de cuán exitosa sea y cuán atolondrada haya sido hasta el momento que uno está analizando.
Es decir, uno puede haber sentido que tuvo muchos vaivenes, que fue acá, que fue allá, que pasó de esta empresa a otra, que después hizo otra cosa y bueno, eso es parte de su historia y si uno quiere proyectarse hacia delante es importante que vea lo que ha hecho hacia atrás. Pero cada uno la tiene.
Las motivaciones varían. Uno piensa +qué tipo de carrera puede hacer una empleada pública? Bueno, es parte de lo que uno fue buscando y las circunstancias se fueron dando. Seguramente sus motivaciones pasaban por un lugar seguro o un puesto, la tranquilidad, no verse sometida a demasiadas presiones, etc. Porque cuando se analizan distinto tipo de carreras con las personas, uno dice por qué esta sí y esta no, hay una cantidad de variables.
Competir: – ¿Qué otros aspectos influyen en el manejo de carrera?
Lic. L. H.:- Influyen las habilidades, los conocimientos, las credenciales y sobre todo este tema de los comportamientos, y ahí el tema motivacional tiene mucho que ver. Si yo estoy fuertemente influenciada por el tema del poder, seguramente – también depende de las oportunidades del contexto, obviamente – iré armando todos mis objetivos en función de obtener un cargo, de obtener lo que se denomina una posición elevada, etc.
Si estoy fuertemente motivada por lo que es el logro, el reconocimiento, mis orientaciones irán en todo lo que tenga que ver con publicaciones, premios, en destacarse en alguna actividad, aunque no tenga personal, aunque no tenga el dinero suficiente.
Esto algunos dicen que comienza desde la temprana adolescencia y otros dicen que se va desarrollando, hay distintas teorías al respecto. Pero la idea es que influye una cantidad de factores e inclusive uno ya lo va marcando cuando elige una determinada profesión.
Porque en esto yo siempre hago la distinción entre cuatro palabras que son: vocación, profesión, trabajo y carrera. Son cuatro palabras que muchas veces se utilizan indistintamente, pero que pueden tener significados diferentes.
Es decir, uno siente una vocación o un llamado por algo en especial, la música, la medicina, la pintura, después elige una determinada profesión, ser médico, abogado, contador, después tiene que trabajar de algo, tiene que ganarse la vida, y después está este concepto de carrera.
Que las cuatro palabras coincidan en una persona es el ideal, pero desafortunadamente la mayoría de las veces no siempre coinciden. Hay una tendencia, inclusive hay estudios realizados que dicen que el tema de las motivaciones influye en la elección de la profesión. Si uno tiene fuertes motivaciones de logro o de prestigio es probable que elija profesiones que tienen que ver con lo académico, lo intelectual, etc, si tiene más inclinación hacia el poder, bueno, todo lo que tiene que ver con la economía, inclusive con la abogacía, etc…eso es toda una línea de pensamiento.
Competir: – ¿Y qué influencia tiene la variable económica en todo esto?
Lic. L. H.:- La variable económica, sobre todo hablando de una Argentina en la que recientemente se conoció la nueva cifra de desocupación y su incremento en el último período, es fundamental.
Encontramos individuos que están trabajando, los que por suerte pueden trabajar y conseguir un empleo en cualquier tipo de actividad que no tenga que ver con su vocación o con su profesión pero que es un sustento y la forma de ganarse la vida. Pero de todas maneras lo que siempre se enfatiza en este caso es justamente hacer diferencia entre los cuatro conceptos mencionados – vocación profesión, trabajo y carrera-.
Justamente en contextos recesivos y de altas tazas de desempleo, si uno no consigue que estas cuatro palabras coincidan, es importante por lo menos tratar de buscar fuera del ámbito laboral aquellas actividades que si puedan llegar a contribuir a su desarrollo personal y de carrera.
De todos modos a este concepto de carrera también hay que asociarle el concepto de que uno puede desarrollar su propio empleo. Tratar de ver de qué manera puedo yo empezar un servicio o un producto no dependiendo tanto de la organización o de una empresa y ver de qué manera puedo expandirme hacia otro tipo de actividad.
En ese sentido los americanos – que tienen tasas de desocupación muy bajas-hablan permanentemente del concepto de autoempleo y de que todos somos autoempleados, aún cuando estemos trabajando en una organización, es decir, siempre estar pensando en qué otras alternativas y qué otras posibilidades existen.
Competir: – ¿Y en los jóvenes existe en general la idea de que hay que cambiar, de que hay que estar pensando ya hoy en lo que puede pasar mañana?
Lic. L. H.:- Yo creo que sí, en los jóvenes mucho más y depende también del tipo de profesión. Y creo que sí, que no es sólo un problema de género, es decir, de varones y mujeres, sino también un problema generacional, es mucho más fácil cambiar o incorporar todos estos conceptos en la juventud.
En general lo que se dice es que todos estos conceptos tienen que ser inculcados desde la escuela y desde las universidades.
Esto implicaría tratar de visualizar distinto tipo de actividades que no tengan que ver necesariamente con una actividad formal o esto que se ha denominado el “espíritu emprendedor”, el espíritu de que cada una de las personas pueda ir pensando de qué manera puede brindar un servicio en forma independiente. Inclusive algo que se está enfatizando bastante ahora es que desde la universidad estos conceptos tienen que empezar a ser incorporados, que la salida laboral no solamente puede estar dada dentro de la organización sino que la propia persona es su organización, es su empresa, es su marca, es lo mejor que tiene.
Entonces, ¿cómo lo puedo ofrecer? Pero esto es algo que hay que empezar a transmitir desde la temprana infancia, porque la educación con la que yo fui formada ha sido, desde la familia, la escuela, la universidad que “tenés que estudiar y después de estudiar vas a tener que trabajar” y bueno, las sociedades, no solamente la Argentina, estamos en un cambio permanente y si esto no lo empezamos a incorporar desde la más temprana infancia es muy difícil después revertirlo.
Competir: – ¿Cuál es la misión del coach en estos casos?
Lic. L. H.:- Lo que se hace a través de estos seminarios o a través de una consultoría más personalizada, es acompañar al individuo a través de una serie de ejercicios y de trabajos en los cuales la persona va a analizando que es lo que ha hecho y diseñando hacia el futuro, tratando de proyectar, por eso se habla de counciller o consejero o coach. Ayer me decían bueno…eso es un “personal trainer”…como cuando uno va a correr por Palermo y ve gente al lado que tiene otra persona…bueno, esta idea es así.
Muchas veces uno no se atreve o no encuentra la persona indicada como para hablar de estos temas. La idea es que esto sea una guía y que la persona pueda ver qué es lo que ha hecho hasta ahora y qué es lo que quiere hacer de acá en adelante.
Se trata del famoso “qué quiero”, que parece una pregunta bastante sencilla, pero que no lo es, y de analizar con los recursos que tiene, con el “qué puedo”, qué puedo llegar a hacer. Y a partir de ahí se van siguiendo algunos pasos que pueden llevar a la persona a armar su plan de carrera.
Competir: – ¿Y eso hay personas que tienden a hacerlo naturalmente?
Lic. L. H.:- Sí, hay personas que tienden a hacerlo naturalmente…y que lo han hecho inconscientemente durante gran parte de su vida profesional. Pero hay otras, la mayoría, a las que nunca se les ocurrió empezar a pensar en este tipo de temas..y esto es un poco volver a lo del principio…¿Por qué voy a pensar en esto, si estoy bien, si estoy tranquilo…?