Joseph Stiglitz, profesor de la Universidad de Columbia, recibió, el pasado 9 de octubre, junto a sus colegas George Akerlof de la Universidad de Berkeley y Michael Spence de Stanford, el Premio Nobel de Economía, por su análisis del funcionamiento de los mercados cuando unas personas saben más que otras (asimetría de la información ).
El análisis de Stiglitz demuestra que la asimetría de la información es importantísima para permitir la comprensión de fenómenos de mercado como el desempleo y la falta de crédito. Si bien se desempeñó como economista jefe del Banco Mundial hasta hace pocos años, Stiglitz es, hoy en día, uno de mayores críticos del F.M.I. y sus políticas económicas.
A su paso por la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad de Buenos Aires, en noviembre último (antes de la debacle argentina), Stiglitz dictó una conferencia dónde repasó la historia de las reformas económicas en América Latina, sus pros y sus contras, como también la perspectiva hacia el futuro, el rol del F.M.I y una manera alternativa de pensar la política económica.
En el siguiente artículo remarcamos los puntos más importantes citados por el flamante Nobel en Economía.
Con respecto a las reformas, Stiglitz reconoce que hubo un periodo muy activo de reformas que comenzó a fines de los ’80 y principios de los ’90 que tuvo un principio de éxito. En cierto sentido, hubo 7 años de crecimiento muy sólido debido al entusiasmo generado por dicho proceso.
Luego hizo hincapié en las consecuencias de las mismas: » Esos 7 años de abundancia fueron seguidos por 4 o 5 años de penurias. El crecimiento, no sólo no fue sostenido, sino que tampoco fue equitativo», declara.
También agregó » Gran parte de los beneficios del crecimiento fueron para los estratos superiores y en los inferiores había estancamiento «.
Hay personas que dicen «bueno el problema no fue inherente. Fue simplemente mala suerte, porque quién podría haber predicho que el mundo iba a atravesar una crisis financiera como la asiática del ’97 y después la gran crisis financiera mundial del ’98».
¿Quién podría haber predicho que un problema en Rusia a miles de Km. de distancia hubiera tenido los tics, las repercusiones que tuvo en la Argentina?
Después de todo, los problemas de Rusia tuvieron que ver con una transición que no tuvo éxito hacia una economía de mercado. Fue una transición guiada por las instituciones internacionales, pero que al cabo de una década, dejaron a Rusia 40% más pobre de lo que era al comenzar el proceso.
» Creo que hubo problemas inherentes – dijo Stiglitz – en las reformas en la primera parte de la década. En cierto sentido, hasta el crecimiento fue un poco engañoso. Cuando una economía tiene un periodo prolongado de estancamiento, declinación o recesión, el periodo inmediatamente posterior, registra un alto crecimiento y esto ocurre después de toda recesión »
La desigualdad que marcó el proceso de reforma económica ha sido aún más devastadora. No se trata solamente del fracaso de la economía en cascada, ni tampoco de que los beneficios no han llegado a los pobres. De hecho, los pobres en muchos de los países se han ido desmejorando y el ejemplo contundente es México que ha podido, pese a la crisis tequila, restaurar el crecimiento. Pero ese crecimiento ha sido casi enteramente para beneficio del 30% superior de la sociedad, mientras que el 30% inferior ha sufrido una declinación en sus ingresos. »
En parte, esto se debe – asegura Stiglitz – al proceso de reforma que consiguió dos cosas: abrió los mercados particulares, pero sin redes de seguridad, exponiendo así a los pobres y a la franja inferior de la sociedad a mayores riesgos «.
» Las reformas, en realidad, han afectado negativamente la posición de negociación de los trabajadores. Porque las reformas han abierto mercados de capitales y de hecho, si se crean impuestos, los capitales dicen «nosotros nos vamos» .Pero los trabajadores no están en la misma posición. Por lo menos los trabajadores no calificados. Entonces la posición de negociación de los trabajadores con respecto al capital ha cambiado enormemente y por lo tanto, no sorprende que el resultado sea tal que la distribución de ingresos haya cambiado adversamente en contra de los intereses de los trabajadores, particularmente la de los no calificados».
Hoy, en toda América Latina, las personas se preguntan: ¿Qué falló en América Latina, la reforma o la globalización?
» Yo creo que la diferencia entre estas dos preguntas, en cierto sentido, es equívoca, porque en alguna parte de la reforma se abrió los países a la globalización y la globalización trajo, no solo desigualdades, sino también inestabilidad. Inestabilidad que se refleja en los flujos de capitales que marcaron el final de los ’80. Y ahora una nueva inestabilidad generada por el ralentamiento económico mundial (debido en parte al mal manejo de la política económica en los EE.UU) «.
Stiglitz remarcó que el problema de la reforma fue su concepción por parte de intereses ideológicos. » El problema, creo yo, no fue que las reformas en particular no fueron deseables, sino el hecho de que el proceso de reforma en sí se concentró demasiado en la ideología, en un conjunto particular de ideas que no estaban basadas en una sólida economía, sino en una combinación de intereses ideológicos. Y las consecuencias de esta perspectiva ideológica fueron que las reformas carecieron de un sentido de equilibrio y también, a menudo, de sensibilidad ante la situación que se vivía «.
Con esto se refiere, en particular, a un conjunto de ideas conocidas como «fundamentalismo de mercado». Es decir, una excesiva creencia en los libres mercados.
» Yo creo que los mercados son de extrema importancia y que son la clave para el éxito, pero siempre he sostenido que los mercados tienen que trabajar muy estrechamente con el gobierno, es la asociación de los dos – la complementariedad – lo que hace falta «.
Los fundamentalistas de mercado creyeron que los mercados libres, de por sí garantizarían, no solamente, resultados eficientes sino también resultados de justicia social. Que algunos procesos de la economía de infiltración iban a ponerse en juego y que todo lo que se precisaba era el crecimiento y que este crecimiento en el futuro iba a beneficiar a toda la sociedad. Uno de los aspectos claves aquí, corresponde a una de las ideas más antiguas e importante de la economía: la mano invisible de Adam Smith.
» Este principio sostiene que el mercado libre de por sí, como si fuera una mano invisible, lidera la economía y la lleva hacia una asignación más eficiente de recursos.
El trabajo que hemos realizado en economía de la información, sugiere que uno no puede ver la mano invisible. Una de las razones por las cuales esa mano es invisible es porque no existe, no está ahí. O, en el mejor de los casos, es una mano que sufre de cierto temblor «.
La paradoja del rol del F.M.I.
Dicha institución fue creada para cumplir ciertos objetivos entre los cuales se encontraban: poner presión sobre las economías para que lograran el pleno empleo y para proporcionar fondos. «¿Por qué era importante? -cuestiona Stiglitz – Porque había una necesidad mundial: mantener la fortaleza en cada economía. Y algo muy interesante, no siempre sabido, es el primer ejemplo de condicionalidad.
Donde a un país se le decía básicamente: » no va a recibir ningún préstamo a no ser que haga tal y tal cosa». El caso de Bélgica por ejemplo, donde el Banco Central era demasiado restrictivo, dijeron: «a no ser que Uds. tengan un Banco Central más expansionado no van a lograr fondos».
Bueno, hoy el mundo es bastante distinto, el foco de las instituciones económicas internacionales, particularmente el FMI, trataron de cambiar, de expandir la economía a tomar políticas contraccionista «.
Subyaciendo el problema del desempleo, el racionamiento del crédito y otros fenómenos claves de la economía, están las asimetrías de la información: personas distintas saben cosas distintas. El prestatario sabe más sobre su posibilidad de devolver el dinero que el prestador. El trabajador conoce mejor sus habilidades y cuánto se esfuerza, que el empleador.
» La asimetría de la información predomina en nuestra economía y a menudo, gran parte de lo que sucede en las economías es un intento para generar asimetrías o para reducirlas. Pero solamente cuando la persona no se contacta con las demás, surge la asimetría de la información. Entonces, en cierto sentido, el marco intelectual, los modelos utilizados, excluyen por suposición todos los problemas claves de la economía y por supuesto, si excluimos los problemas claves, los mercados funcionan muy bien y esto fue la estrategia de investigación que se llevó a cabo en muchas universidades.
El problema surge cuando los formuladores de políticas comienzan a jugar con los modelos. Las instituciones económicas internacionales tratan de implementar y de imponer estas políticas a los países en desarrollo «.
Rematando finalmente contra el F.M.I: » EE.UU. es un país afortunado porque – digo EE.UU. e incluyo a los países que no están en consulta permanente con el FMI-, que no tienen que darle tanta atención a lo que dice. Desgraciadamente la mayoría de los países en desarrollo no se encuentran en esta situación y ahí es donde los modelos equivocados y la economía equivocada tienen graves consecuencias «.