Más de 187 personas asistieron el pasado 24 de Mayo en Salamanca a la jornada de Economía social, que organizaba FCTACyL (Federación de Cooperativas de Trabajo Asociado) con la colaboración del departamento de la mujer de COCETA (Confederación Española de Cooperativas de Trabajo Asociado) y «5 y Más» Servicios Socioculturales Soc. Coop. de Salamanca.
El objetivo de las jornadas era realizar una reflexión sobre la situación de la mujer en Castilla y León y su incorporación al mercado de trabajo.
Esta situación económica-social se define por los siguientes factores:
- Un mayor desempleo femenino, triplica al masculino.
- Una segregación del mercado de trabajo con sectores muy masculinizados.
- Poca presencia en puestos de responsabilidad para la mujer.
- Temporalidad de los contratos laborales.
- Una economía sumergida
- Un difícil acceso a la información.
A tal efecto el programa de las jornadas se basó en el análisis de las características propias de la economía social, en las iniciativas que fomentan el empleo y en el intercambio de casos de buenas prácticas en diferentes sectores y ámbitos con el fin de generar estrategias comunes que favorezcan una política dinamizadora del empleo femenino en el tejido empresarial de Castilla y León.
Una de las alternativas que se plantean de forma generalizada es el autoempleo y el cooperativismo.
El autoempleo a través de empresas cooperativas puede ser una solución al desempleo de las mujeres desde sus pilares: cooperación, autonomía de gestión, procesos de decisión democráticos y primacía de la persona y del trabajo sobre el capital;º flexibilidad de sus estructuras y capacidad de adaptación a las nuevas circunstancias laborales. Todo ello, buscando apoyo desde la admón. local; con la implicación de las agentes sociales y de la propia mujer; eliminando obstáculos familiares, sociales, institucionales, financieros, sociales…
Pero es necesario, que primero se acredite y valore la labor que realizan las cooperativas en el ámbito del desarrollo local y el empleo, desde la puesta en práctica de sus principios y valores (democracia, equidad, solidaridad, gestión en equipo, flexibilidad, polivalencia…) y como una auténtica estrategia de obtención de rentabilidad económica y social.
Tendremos que establecer también, líneas de cooperación muchísimo más amplias para que las experiencias trasciendan del ámbito local. Favoreciendo entornos sensibles: organismos públicos, INEM, Diputaciones Ayuntamientos que den valor y estimen como importante el valor del cooperativismo a fin de crear un tejido dinámico comprometido con su propio entorno, marcando procesos realistas en una sociedad muy abierta y de acercamiento de largas distancias.
Por tanto contando con esta realidad, es labor de todos adquirir compromisos unánimes de trabajo, en la consecución de un objetivo común para sensibilizar y favorecer el cambio de mentalidades de los políticos, empresarios, agentes sociales, sociedad en general y nosotros mismos. Ello puede ser el inicio de un proceso de apertura de nuevas perspectivas y reforzamiento de las experiencias ya existentes.