alojamiento wordpress
alojamiento wordpress
alojamiento wordpress
alojamiento wordpress
InicioLínea NaturalEn el Techo de Africa, Lesotho y las Montañas del Dragón

En el Techo de Africa, Lesotho y las Montañas del Dragón

Comenzamos la última etapa de los 2800 km a través de Sudáfrica. Desde Johannesburgo a través de Mpumalanga, el Parque Nacional Kruger, Kwazulu -Natal y los Drakensberge

En las Montañas del Dragón el gigantismo parece acompañar a los viajeros. Conocida entre los zulúes como Barrera de Lanzas, es la cordillera montañosa más grande de Sudáfrica, su nombre proviene de los innumerables restos fósiles de saurios que se han encontrado.

- Advertisement -

Aquí reina un mundo mágico de cascadas, arco iris, cumbres nevadas y panoramas rocosos.

Existe un reino independiente encerrado en el territorio sudafricano. Lesotho es un pequeño país literalmente enclavado en las estribaciones de los Drakensberg.

No tiene costas y su tierra es exclusivamente montañosa, con una altura mayor a 1000 metros. Las cimas llegan hasta casi los 4000 metros por lo que Lesotho tiene fama de ser el techo de África.

Podemos entonces preguntarnos ¿quién reina a quien?. En Lesotho gobierna una coalición entre los Drakensberg y el reino. Gracias a su localización aislada en las montañas del dragón reina una extraña tranquilidad en comparación con su vecino sudafricano.

Esta vieja amistad armónica parece tomar posesión tanto de sus habitantes como de sus visitantes. En Lesotho la gente se saluda con un “Kena ka Khotso” que significa “Entra en paz”.

Partiendo de Durban dejamos atrás las autopistas buscando nuestro camino a lo largo de las rocas de basalto y los verdes bosques que marcan la frontera con Lesotho. Buscamos la entrada al reino de Lesotho, que no es un portal en las nubes sino quizás uno de los más lindos pasos de montaña en los Drakensberg: el Sani Pass.

En el reino de Lesotho

El Sani Pass es además la única posibilidad segura a llegar desde KwaZulu Natal al nordeste de Lesotho. Surgió en 1918 como un sendero nupcial, luego fue usado para bestias de carga, desde los años 50 los vehículos todo terreno trepan zigzagueantes hasta el tope de la meseta montañosa a 2874 m. La vista nos deja sin palabras…

- Advertisement -

Nuestra mirada se encuentra al norte con el rió Umkhomazana y al sur con una fortaleza de peñascos orgullosos entre cuyos brazos corretean un montón de fuentes. Al llegar al control de frontera nos espera un mundo diferente del sudafricano.

Lesotho está habitado exclusivamente por africanos de raza bantú (cafres basutos) y aunque los zulúes también son de la misma raza, la población de Lesotho parece como si perteneciera a un mundo lejano. Es como si el tiempo se hubiera detenido. Los campesinos del reino viven al mismo ritmo que han vivido a lo largo de los siglos. Todo gracias a los Drakensberg.

A pesar de que también Lesotho estuvo ocupado por los Bures y los ingleses por casi 200 años, el proceso independentista fue bastante suave. La barrera natural de las montañas los protegió de las influencias externas. Hoy se puede encontrar en la capital Maseru y en ciudades grandes una cierta modernidad. Pero el campo no dejó entrar al desarrollo. El tiempo parece dormido. A una altitud de 3200 metros, la vida rural aquí es muy dura especialmente en invierno, cuando el clima es extremadamente frío.

La vida rural en Lesotho

Un grupo de campesinos nos observa. Tienen sobre sus hombros mantas contra el frió. Sus pies enfundados en botas de goma nos dan la impresión de que sus vidas no son nada fáciles. Sus rostros han adoptado la dureza de la altura de esta región. En la interminable extensión del altiplano la vida es tan salvaje como el paisaje. Pero hay algo más en los ojos. Son orgullosos, con su mirada firme nos contemplan desde arriba de su caballo o burro mientras cuidan sus rebaños en los senderos pedregosos. Es la libertad lo que crea esa dignidad. En el pasado, el reino de Lesotho evitó muchas luchas, tendencias racistas, genocidios e instabilidad política característica de la mayoría del continente africano.

Lesotho es más feliz, a pesar de su pobreza, que sus vecinos africanos, al menos eso nos asegura un campesino. Con una risa gigante igual a la de sus hijos nos invita a su casa. La tierra no es muy fértil en el este de Lesotho. El país tiene áreas cultivables en el oeste (maíz, sorgo y trigo), mientras el resto se dedica a la ganadería de ovinos.

La familia de nuestro nuevo conocido no posee una fortuna pero gana lo suficiente para vivir con tranquilidad y mandar a sus hijos a la escuela. Parecen contentos con lo que tienen. La libertad se nota. Aún los guías turísticos hablan de la sensación agradable de llegar desde Sudáfrica a un país que no sufre las consecuencias del Apartheid. Se encuentra muchísima gente amable, segura de si misma y exento de prejuicios contra otras razas y nacionalidades.

En el horizonte se divisa una tormenta. A esta altura podría ser peligroso. De hecho cae un rayo con un ruido alarmante a sólo algunos metros de nuestra camioneta. Escapamos al único hostal que hay en la cima de Sani.

- Advertisement -

El Sani Top Chalet se vanagloria de ser el bar / café más alto de África. Sea como fuere, su posición directamente al borde del escarpado acantilado permite una vista impactante del Sani Pass.

Aguardamos el fin de la tormenta probando la gastronomía local. Hay que regresar antes de que caiga la noche. No queremos terminar como los coches abandonados que vimos durante la subida. Nos acompañan dos arcos iris gigantes.

Quizás deberíamos dejarnos guiar por el arco iris y seguir su sendero colorado que probablemente llegue al norte de las montañas del dragón. Falta poco para que un avión nos lleve de vuelta al norte y termine finalmente esta, nuestra aventura sudafricana. Pero conservaremos su energía en nuestra mente.

Dörte Ahlgrimmhttp://onelifeonechance.rtwblog.de/new-zea-land/
Dörte Ahlgrimm es una creativa multitarea con experiencia en periodismo, diseño gráfico y marketing. Esta alemana del norte ha viajado mucho y vive y trabaja en Portugal desde que terminó un viaje de dos años por América del Sur en 2005, donde realizó una pasantía en MujeresdeEmpresa. Además de su trabajo y la vida diaria Dörte se dedica a su marca propia mUITOnICE. Ahora, en compañía de su hermana, se lanzó nuevamente al camino para descubrir Nueva Zelanda, Australia, Fidji y el Sudeste Asiático: http://onelifeonechance.rtwblog.de/new-zea-land/.

Buscar en este blog:

Glosarios

Hosting WordPress