Algo para comenzar…
Ayer, una reunión con dos colegas para organizar un ciclo de seminarios. Hoy, otra reunión en dos tandas para cerrar un contrato con un nuevo cliente.
Por la tarde, asistencia a la exposición de productos regionales con una amiga emprendedora. Mañana, revisión de algunos puntos del plan de negocios y ajuste del cronograma para el mes próximo.
Sábado, reunión informal con los integrantes del foro. Domingo, recuperar energías para ponernos en movimiento nuevamente el lunes. Aunque las cosas no vayan como tú quieres, ¡muévete! Dedicado a los emprendedores dinámicos.
¡Ah!, recuerda que son ideas «discutibles» por lo que significaría mucho para mí que refutaras una o todas de estas ideas.
Aquí te canto las 10… ¡Disfrútalas!
1. ¿Qué es un emprendedor dinámico? “Dinámico/ca. Adj. (adjetivo) Perteneciente o relativo a la fuerza cuando produce movimiento”, dice el diccionario. Me surgen muchas preguntas, que como emprendedores colegas, deberíamos hacernos: ¿estoy imprimiendo fuerza a mi emprendimiento?, ¿hacia dónde se está moviendo?, ¿se está moviendo mi emprendimiento?, ¿cuáles son los resultados de ese movimiento?, ¿por qué no está moviéndose hacia donde aspiro?, ¿cuáles son los resultados de esa quietud?, ¿qué puedo hacer para generar movimiento?, ¿qué recursos actuarían como la fuerza que produjera el movimiento?, ¿quiero moverme hacia otro nivel?, ¿estoy dispuest@ a “hacer fuerza” para que ello ocurra? Un emprendedor dinámico es aquél que se convierte en la fuerza misma para mover su negocio hacia la meta.
2. ¡Mente abierta en emprendedor dinámico! Estar en movimiento requiere tener una mente abierta. Aléjate de: “eso no es para mí”, “ahí no hay nada que me sirva”, “¡ya lo sé!”, etc. ¿Cómo caminarás si tienes los ojos cerrados? ¿Cómo te moverás si cierras tu mente a las diferentes oportunidades e ideas? Tú debes ser una especialista en un tema: el tema de TU emprendimiento. Pero hay tanto “allí afuera” por conocer, sobre todo, para aprender a mover nuestra empresa, ¡no te lo pierdas! ¡Abre tu mente y mira!
3. ¿Por qué ponerme en movimiento? Alguien… se mueve hacia la vereda de enfrente. Porque si no generas movimiento en TU negocio, alguien más sí estará moviéndose. ¿Adivina quién? ¡Tu cliente! ¿Comprarías a una empresa que siempre te ofrece lo mismo?, ¿sin modificar si quiera la presentación o promoción de sus productos? Hasta las marcas mejor posicionadas e internacionalmente reconocidas, modifican sus estrategias de seducción para que el cliente no se aburra y siga siendo fiel. ¡Pónte en movimiento ahora!
4. Si no tienes una idea, ¡búscala! ¿Hace tiempo estás pensando en iniciar un emprendimiento? ¿Hace tiempo pero no sabes qué? Pues que no te embargue la quietud antes de comenzar tu vida emprendedora.
Proponte encontrar tu idea de negocios. Pero no es únicamente cuestión de actitud, traza un pequeño plan de acción para hallarla y ¡ejecútalo!
5. Si tienes una idea, ¡concrétala! ¿Ya tienes tu idea de negocios? Entonces, ¿qué estás esperando para convertirla en un emprendimiento?
Ahora que sabes qué es lo que te gustaría hacer como emprendedor, no dejes que la idea pierda su fuerza. No deje que el tiempo te haga perder las fuerzas.
La emoción de saber qué queremos para nuestras vidas es un motor muy potente, pero si con esa gran emoción nos estancamos, pensando. “cuando tenga que ser, será”, “vendrán tiempos mejores para mi idea”, “más adelante empiezo”… ; así habremos retrocedido (sin siquiera haber empezado). ¡Despiértate!
6. ¡Muévete hacia tu objetivo! ¿Hacia dónde? Si no has fijado un objetivo, es momento de hacerlo. Sin saber hacia dónde vamos, seguro llegaremos a cualquier destino. Habremos malgastado los recursos que supimos conseguir, e “invirtiendo” aún más para encauzar el rumbo de nuestro negocio.
Conclusión: ¡fija tus objetivos! Pregúntate dónde quieres estar (dónde quiere que esté tu empresa) dentro de seis meses, dentro de un año, dentro de 5 años; ¿cómo alcanzarás esos objetivos? Y ¿cuándo?
7. Concreta tu idea discutible semanal. Si algo puede mantenerte activa/o, ese algo es la promoción de tu emprendimiento.
Propónte crear una nueva forma de promoción cada semana, cada quince días, cada mes, ¡cada día! Lo dejo a tu criterio y al objetivo de tu negocio. Eso sí, si antes sedujiste a tus clientes, ahora conquístalos.
Un diseño exótico para la temporada de verano en tu vidriera, la contratación de un personaje conocido para los niños (y adultos), que ¡tú seas ese personaje conocido!, el envío de un programa para PC, personalizado con el logo de tu empresa, etc. ¡Muévelos hacia tu emprendimiento!
8. Desafío dinámico. Cada día propónte descubrir una nueva forma de hacer las cosas. ¿Cómo ponernos en movimiento haciendo siempre lo mismo? Perdón, sí estaremos en movimiento pero dudo que por mucho tiempo más.
El desafío es encontrar ideas originales que permitan a su emprendimiento evolucionar día a día: un nuevo ingrediente, un nuevo envase, un nuevo nombre, un nuevo logo, una nueva presentación, una nueva folletería, un nuevo mensaje en su contestador automático, una nueva firma en su mail, un nuevo color en su newsletter, una nueva sección en tu sitio web, un nuevo dato sobre tí que conozca tu cliente, un nuevo articulo, un nuevo seminario que dictar, un nuevo curso que tomar, un nuevo foro en el que participar, una nueva feria en la cual exponer, etc. ¡Renuévate cada día!
9. Muévete y diviértete. ¿Por qué ser un emprendedor debe ser una camino penoso? ¿Por qué pensar en lo negativo de hacer negocios? ¿Hay una parte negativa? Según cómo lo miremos. Hay una parte que no nos gusta tanto realizar.
Pero no por ello, debemos dejar que esa parte que no nos agrada tanto, sea la que nos condicione para hacer la parte más agradable. En todo caso, que la parte positiva condicione las negativas. ¡Condiciónate a moverte en positivo!
10. ¡Se un/a perfecto/a tonto/a! ¿Algunos piensan que eres una tonta/o por pretender divertirte mientras emprendes? En el juego es más factible que surjan las ideas brillantes. En el juego, en el ambiente positivo, es factible que aprendas mejor.
En el ambiente positivo, es más factible que generes mejores vínculos (personales y comerciales). En un ambiente positivo, es más factible que se obtengan mejores resultados. Entonces, estimada/o emprendedor, ¿quién es el tonto? 😉
Conclusiones
¿Qué pasa si no quieres moverte? Las situaciones conocidas son cómodas, con el tiempo vamos creando espacios muy cómodos para nuestras vidas. Sabemos de qué se tratan esos espacios de comodidad, sabemos cómo se siente transitar por ellos.
Preferimos quedarnos quietos en esa zona confortable, porque la conocemos muy bien. Si no quieres moverte, no hay nada que este artículo pueda hacer ni nadie.
Es respetable pero permíteme una pregunta… ¿tu emprendimiento perdurará en tu confortable zona de comodidad? Conviértate en un emprendedor/a dinámico y tu negocio también te lo agradecerá.
¿Tienes otras ideas para compartir? Por favor deja tus sugerencias debajo.