Cuando hablamos de capital, pensamos inmediatamente en bienes físicos, propiedades, dinero o la acepción contable del término que en general se utiliza para valuar una empresa.
Sin embargo existen distintos tipos de capital que tanto los individuos como las organizaciones poseen.
Desde el punto de vista de las personas, el capital humano, está representado por el conjunto de conocimientos, aptitudes, talentos que vamos acumulando a lo largo de nuestras vidas y nuestras trayectorias profesionales.
El capital social, está integrado por la red de relaciones que se establecen tanto en la esfera personal como en lo laboral. Si bien el capital humano se refiere a la habilidad individual, el capital social está relacionado con la oportunidad de utilizar dichas habilidades.
Sin embargo, no es solamente la cantidad de relaciones lo que define el capital social sino la naturaleza de dichas relaciones y cómo se utilizan estratégicamente.
El famoso gurú del management, Tom Peters, lo define como «valer tanto como el tamaño de nuestra agenda de direcciones».
Pero de que me sirve una abultada agenda de direcciones, mails, contactos, sino se cómo utilizarlo?. El capital social, se va construyendo de manera envolvente y quizás la forma más gráfica de representarlo sea la de red o entramado o entretejido.
¿Qué es una red?
Escuché por primera vez la palabra networking cuando un grupo de mujeres de distintas disciplinas constituimos en Argentina a principios de los´90 una asociación con el objetivo de trabajar para mejorar la condición de la mujer.
El término me parecía raro y complejo y no lograba entenderlo del todo. A partir de allí comencé a trabajar casi sin darme cuenta, este concepto de red de trabajo o networking.
Una red, o networking, como comúnmente se la denomina, es una técnica de logro de objetivos personales, profesionales o corporativos, a través de la construcción y cuidado de contactos personales.
En el difícil y competitivo mundo actual, las redes se han revelado como un activo importante a incorporar dentro de la vida de los individuos.
La constitución de redes de mujeres -no con fines conspirativos, sino de apoyo-, puede llegar a convertirse en una herramienta útil para superar prácticas discriminatorias.
Es generalmente reconocido, dentro del ámbito de los negocios y las empresas, la importancia que adquieren las redes y las oportunidades que brindan. En muchos casos, las redes son consideradas un ingrediente crucial en el éxito de cualquier carrera profesional.
Una red de colegas o profesionales de diversas disciplinas dentro o fuera de la organización donde actuamos permite el conocimiento de nuevas realidades y, en algunos casos se convierte en factor exponencial para la apertura a nuevos campos de acción.
Pero exige dedicación y relaciones de mutuo intercambio. Las mujeres están creando este tipo de redes y muchas se incorporan a las ya existentes.
En ellas se posibilita el intercambio de información, estrategias y planeamiento de carrera, soporte profesional, posibilidades de mayor visibilidad. En este sentido, es importante incorporar el real significado de una red para no confundirlo con una reunión de amigas o conocidas y esa no es la idea.
Los partidos de golf, almuerzos masculinos, conversaciones privadas, son algunas de las prácticas más usuales donde el acceso de la mujer está vedado y responden a las situaciones de discriminación más sutiles que se observan en el mundo laboral actual.
En el tema de redes, tanto formales como informales, las mujeres tenemos mucho que aprender y ejercitar: obtener diferente tipo de información, intercambiar favores o contactos y reducir situaciones de conflicto a través de compartir y recibir soporte frente a situaciones difíciles por las que atravesamos cotidianamente.
Entender los principios básicos de las redes lleva tiempo, ya que algunas relaciones no se establecen inmediatamente y en forma espontánea, sino que requieren persistencia; lleva tiempo construirla y forma parte del capital social único y exclusivo que cada uno posee.
Se estima que en la actualidad, aproximadamente el 85% de los puestos de trabajo, oportunidades de nuevos negocios o actividades, se obtienen a través del net working.
Cada uno de nosotros posee su propia networking, ¿cómo la está utilizando Ud?
- ¿Revisó su agenda en los últimos tres meses?.
- ¿Priorizó los nombres de aquellas personas más cercanas que pueden ayudarla en su proyecto personal?
- ¿Cuántas llamadas realizó, cuántas entrevistas tuvo en los últimos dos meses, cómo le fue en cada una de ellas?
El capital social es diferente al capital humano (habilidades individuales) o al patrimonio personal; se construye con diferentes estrategias, el armado de una network es una de formas de incrementar este valioso activo que todos poseemos.