María Casares, una de las creadoras de Patagon y Lucrecia Gordillo, fundadora del site de la revista Sophia tienen edades e intereses muy diferentes. Pero comparten algo: la pasión por Internet.
«Nosotros empezamos en marzo del 97. Lo único que teníamos era una buena idea. Fuimos a Estados Unidos y todos los inversores rechazaron nuestro proyecto. En Argentina, nadie sabía lo que era Internet y de 36 personas que visitamos, sólo una decidió apostar por nosotros», cuenta María.
El objetivo del sitio era claro: brindar servicios financieros a un público juvenil que generalmente asocia la institución bancaria con la burocracia. Luego de la presentación del business plan, recibieron un seed (capital semilla). Después de varias rondas de inversión, llegó el apoyo del Banco Santander Central Hispano.
A pesar de este logro la gente de Patagon siguió siendo muy austera en sus gastos: nada de vuelos en primera clase ni hoteles lujosos. Había otras prioridades como invertir en la expansión regional.
Para María, los negocios virtuales son una apuesta al futuro. «Aunque actualmente los usuarios de la Red son sólo 2% de la población mundial el crecimiento en unos años va a ser explosivo».
Además ella considera importante la presencia de las mujeres en Internet porque el cliente necesita sentirse mimado «como sólo nosotras sabemos hacerlo».
Lucrecia proviene del mundo del periodismo. En septiembre del 99, decidió lanzar la revista femenina Sophia en los kioscos y en el ciberespacio.
«Lo interesante de Internet es que permite crear una sinergia: por ejemplo si hay una nota de turismo en la publicación de papel, en mi site puedo dar enlaces de hoteles, compañías aéreas, etc».
Para ella, otra ventaja de los emprendimientos virtuales es la posibilidad de conocer mejor las preferencias del cliente, a través de la información que el usuario puede brindar cuando está en un sitio. «Así podemos optimizar la relación y brindar mejores servicios, a pesar de la distancia».
A diferencia de la gente de su generación, Lucrecia está entusiasmada con los desafíos que plantea tener un proyecto en Internet. «Esto es una revolución que nos obliga a ser dinámicos y flexibles. La gente joven lo considera como un juego, nosotros los adultos tenemos trabas internas que nos hacen pensar que la Red es algo ideal o que es un monstruo».
Estos son algunos consejos que da Lucía para quienes quieren lanzar su proyecto al ciberespacio:
- Tener una fuerte convicción en la idea.
- Emprender algo, sólo si uno siente placer al hacerlo.
- Ser prudente y austera.
- Tratar de superar los miedos.