American Idol o Latin American Idol no es el tipo de programa que me gusta ver, sin embargo, gracias a los comentarios de un bloguer australiano y de otro inglés terminé entendiendo que a veces es interesante ver un reality show por lo que podemos aprender en términos de desarrollo de productos.
Y realmente ni siquiera es necesario ver el show, cuando miramos los anuncios en la TV, la convocatoria a los participantes, si lo hacemos con mente abierta y ojo crítico vamos a ver muchas analogías entre estos programas y el marketing por Internet.
Y lo más importante, al menos desde mi punto de vista, es comprobar como ha cambiado el desarrollo de productos. A esta altura ya se habrá dado cuenta que una estrella de rock, para el productor es un producto comercial casi como cualquier otro.
Como surgía una estrella de rock en tiempos de los Beatles
Antes cuando una compañía discográfica salía a la caza de nuevos talentos, mandaba a sus representantes a los clubes para escuchar a los artistas que tocaban a ver que podían descubrir.
Cuando escuchaban una banda que les parecía interesante les proponían un contrato.
La discográfica invertía bastante dinero en publicidad, actuaciones, grabaciones, distribución, etc, etc. 9 de 10 casos no pasaban del primer albun.
¿Qué pasaba?
Lo que ocurría es que la compañía, basada en el olfato de sus representantes (que no siempre coincidía con el público objetivo), comenzaban por el producto. Los beattles son sólo un ejemplo, lo importante es la metodología que las discográficas empleaban para descubrir nuevos talentos.
El modelo American idol
Lo primero es la investigación de mercado.
El programa American Idol utiliza otra metodología para descubrir talentos. Una que le permita ganar dinero en el proceso y además tener mayor certidumbre sobre los resultados.
Decenas de miles de personas se acercan a ellos tratando de ser el próximo American Idol, la próxima estrella de rock. Y la productora pone en marcha un enorme proceso de filtrado. Lo que podríamos resumir como ir de “detectar candidatos a juzgarlos”. Pues los que pasan ese filtro, son juzgados por el público.
Si seguimos con la analogía del marketing de Internet, la productora obtiene el tráfico mediante esos demos del programa que pone en los espacios comerciales. Todos los jóvenes quieren estar en el show.
En cuanto comienza la primera etapa la productora ya está haciendo dinero. Si bien tienen los costos de producción, ganan mucho dinero por las llamadas entrantes: las votaciones.
Pongámoslo de esta manera: la productora se acerca a usted, el mercado, para que le diga quien quiere que sea la próxima estrella.
En las 12 semanas que dura el proceso, una estrella va surgiendo, por la propia selección del mercado objetivo. La productora no “fabrica” el producto, es el mercado objetivo quien se lo entrega y ella lo “comercializa”.
Además la productora se queda con al menos 4 o 5 candidatos con buena potencialidad, con contratos exclusivos, por supuesto…
Con este modelo de desarrollo de producto, la productora consigue que le paguen por hacer la investigación de mercado y además se asegura que el producto va a funcionar.
Y lo que es fabuloso, es que si usted abre su mente a las potencialidades de Internet, puede aplicar prácticamente el mismo modelo para desarrollar sus productos (sobre todo infoproductos y sites o blogs dirigidos a un nicho de mercado específico).
¿No es absolutamente brillante?