Espero que estés cansada/o de la crisis mundial. La crisis está allá afuera, y no hay nada que podamos hacer.
¿No te parece que es momento de cambiar? ¿Para qué nos sirve mantenemos «informados» sobre noticias sobre las que no ejercemos ningún control?.
Es como si hubiese un mensaje tácito: Siéntate, cállate, escucha, atemorízate. ¡Que horror!
Las conversaciones acerca de la crisis son como un pegamento que nos mantienen sentados en las butacas de un teatro, cuando todos sabemos que realmente deberíamos estar en el escenario.
Compartir noticias negativas nos distrae de nuestra verdadera preocupación, y nos mantiene en nuestras sillas, viendo la crisis mundial. Viendo. Si, solo viendo… Yo también quiero estar informada, pero por favor vamos a hablar de soluciones. No, la crisis financiera no me ha «afectado».
La mayoría de nosotras/os hemos pasado por crisis y hemos salido adelante. Por esto, dejo a la crisis fuera de mí, no dentro. Dentro están las soluciones. Cuando lo asumimos de esta manera, podemos tomar medidas que lleven al éxito. Todas las personas somos parte de la solución. Piensa en eso.
No es cierto que esta sea la mayor crisis financiera del mundo. Está claro que los montos son impresionantes, pero hay que ponerlos en perspectiva. La población del mundo es más grande que nunca … Lo mismo es cierto una hora, un día o una semana más tarde. Mmm.
Crisis y Soluciones
Las Crisis Como Oportunidad
En realidad, las crisis nos mantienen ágiles. Sin ese impulso sería mucho más difícil pensar creativamente. Es como el chiste del millonario que ofrece su fortuna al que se tire a una piscina llena de cocodrilos.
Nadie le hace caso, pero de repente se escucha un forcejeo y por el otro lado sale un hombre magullado y sangrando, pero vivo. Al felicitarlo, el hombre le contesta: no hombre, yo no quiero su fortuna, sino encontrar al que me empujó.
Necesitamos las crisis para reinventarnos. Para lograr lo que pensamos que no seriamos capaz de lograr. Siempre después de una crisis viene un momento de calma que nos brinda la energía necesaria para reinventar nuestras empresas y nuestras vidas.
Esto a su vez conlleva a una etapa de alto crecimiento donde nos sentimos invencibles. Hasta que la crisis nos tira a la piscina. La crisis no es el problema, nosotros somos el problema.
Consejos para sacudirse la crisis
Simplifica
Revisa tu plan de vida y tu plan de negocio. Define lo que sea fundamental e importante, desházte del resto. Las crisis son magníficas para simplificar.
- Limpia: En tiempos de escasez, otros pueden necesitar lo que te sobra. Regala o dona lo que no te sea útil. Haz un sistema de reciclaje en tu comunidad, tu empresa o con tu familia.
- Descansa: No tiene sentido pensar que tu esfuerzo define tus ingresos. Solo hasta cierto punto. Hay que adaptarse a la realidad de que hay menos dinero disponible. El mundo no se va a acabar si tienes menos ingresos. El mundo está hibernando, ¿por qué desperdiciar tu energía?
Racionaliza
Concéntrate en lo que es importante: ¿Quiénes son tus mejores clientes, tus mejores empleados, tus mejores amigos, tus mejores productos o servicios?
Se más eficaz: no reduzcas los costos al azar. Evalúa el uso de tus recursos: tiempo y dinero. Por ejemplo, no hagas despidos ni elimine productos, antes de pensar en el retorno de tu inversión en la contratación, diseño, desarrollo.
Mantén las relaciones: Apoya a los demás. Estamos todos interconectados, y muchas personas están estresadas o asustadas. Explorar como apoyar a otros cambia de tu mentalidad de víctima a héroe, y siempre es más fácil de ayudar a otras personas primero. Ayudar a los demás pone tus preocupaciones en contexto y fortalece tu capacidad de liderazgo.
Crece
Tómate el tiempo para explorar cosas nuevas, aprender, ser curiosa/o. Piensa estratégicamente: ¿Qué áreas debe fortalecer?
Desarrolla nuevas habilidades: Toma una clase, forma un grupo con amigos, empleados o compañeros.
Cree: Disfruta del proceso de libre expresión. Cree sin un fin determinado y por el puro placer de hacerlo.
Explora: Fomenta tu capacidad para crear soluciones al obligarte a enfrentar territorios inciertos. No tienes que tirarte a una piscina de cocodrilos, puedes sencillamente tomar un paseo por un sitio desconocido. Explorar distrae tu mente del problema, y te obliga a encontrar soluciones.
Planifica: Discute cómo las medidas que tomes hoy afectarán a tu futuro. NO discutas la crisis sino tus acciones.
Y, por último, celebra la vida. Al final, todo está bien, si no está bien, no es el final.
La crisis global necesita soluciones locales. Tú eres parte de un lado u otro, …. O ambos …