La violencia de género está tomando dimensiones de una pandemia. Esta nota trata sobre como reducir la violencia de género involucrando a los hombres.
La que sigue es una entrevista con Marco Aurélio Martins, quien es miembro del Comité de la Red MenEngage en América Latina, punto focal de la redMenEngage en Brasil, co-coordinador de la Campaña MenCare en América Latina, coordinador de la campaña de paternidad y cuidado Você é meu Pai en Brasil y coordinador de Campañas y Redes en Promundo/Brasil.
La entrevista fue realizada por América Latina Genera, un proyecto regional de gestión del conocimiento para la igualdad de Género, es una iniciativa impulsada por el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) . El proyecto forma parte del marco de cooperación regional del PNUD para América Latina (2008- 20011, posteriormente ampliado hasta 2013).
Como reducir la violencia de género: Entrevista con Marco Aurélio Martins de la red MenEngage
Háblenos del Trabajo que MenEngage desarrolla en la región, ¿Hacia dónde apunta?
La Red MenEngage es una alianza global de organizaciones no gubernamentales y agencias de Naciones Unidas que trabajan en colaboración desde 2004 con el objetivo principal de involucrar a hombres y niños en la promoción de la salud y la reducción de la violencia, incluyendo el cuestionamiento de las barreras estructurales para alcanzar la equidad de género. Actualmente contamos con más de 400 organizaciones de todo el mundo que participan activamente en las acciones con estos fines.
En América Latina hay alrededor de 125 asociados. El perfil de las organizaciones es variado, pero siempre con el mismo objetivo de realizar acciones en todos los niveles para promover dicha participación, ya sea individual, comunitario, gubernamental y en el ámbito de las Naciones Unidas.
Realizamos un esfuerzo por producir información (investigaciones) sobre los contextos locales, regionales y global que puedan guiar el trabajo directamente, ya sea a través de la intervención en los programas educativos con los hombres y los niños, cuestionando los modelos de masculinidad y género, ya sea a través de los medios de comunicación o campañas locales para reducir la violencia e involucrar a los hombres con la paternidad activa.
La alianza también tiene como objetivos la formación de organizaciones locales en estos temas y promoción de un fuerte trabajo de abogacía en los niveles políticos nacional e internacional, con la participación de los sectores públicos de salud y educación, por ejemplo.
En América Latina, la Red opera con el mismo punto de vista global, pero teniendo en cuenta las particularidades de la región, los contextos de cada país.
En consecuencia, hemos centrado nuestros esfuerzos en la reducción de la violencia contra las mujeres y los niños, la erradicación de la explotación sexual, la participación activa de los hombres en la paternidad – el fomento de las divisiones del trabajo doméstico y acciones en colaboración con los sistemas de salud pública.
Actualmente, estamos desarrollando investigaciones y acciones con los pueblos indígenas, así como hemos actuado en el tema del post-conflicto, la violencia urbana y el empoderamiento económico de las mujeres, entre otros. Todo sin olvidar la participación en campañas como la del Lazo Blanco y UNETE, que siguen ocurriendo y reforzando la identidad de los esfuerzos en la región en esta dirección.
Es importante decir que se publicaron recientemente los datos de un estudio que contribuyó en gran medida a la expansión del trabajo de la Alianza en América Latina y en el mundo.
IMAGES –International Men and Gender Equitative Survey – es un cuestionario de hogar amplio sobre las actitudes y prácticas de los hombres – con opiniones e informes de las mujeres acerca de estas prácticas- en una amplia variedad de temas relacionados con la equidad de género.
En América Latina, los datos fueron recolectados en Brasil, Chile y México. Los resultados del estudio influyeron en las nuevas iniciativas en el Banco Mundial y otros organismos de desarrollo multilateral, en el trabajo para involucrar a los hombres con la equidad de género y la prevención de la violencia, incluso en los debates políticos posteriores a los conflictos en el ámbito nacional, como en Brasil y Chile, donde influyó las discusiones sobre la participación de los hombres en la atención prenatal, el parto y el posparto.
Además, el estudio inspiró la creación de una campaña mundial sobre la paternidad y el cuidado – MenCare – que tiene como objetivo promover el rol de los hombres como cuidadores y padres no violentos.
Entre los datos más importantes que mencionó del estudio en los tres países destaca el alto número de hombres que reportaron haber cometido violencia contra su pareja al menos una vez. En Brasil, 24%, 30% en Chile y 17% en México, aunque se dio cuenta de que las cifras reportadas por las mujeres fueron superiores en todos los contextos.
Por otra parte, el 78% de los hombres reportaron haber asistido al menos una visita prenatal, lo que sugiere que el sector salud sea un aliado clave para el desarrollo de acciones relacionadas con la igualdad de género desde el principio, como una manera de prevenir la violencia en el futuro y promover la participación de los hombres en la vida familiar desde el principio.
En opinión de Menengage, ¿cuáles son los desafíos centrales en materia de igualdad de género en nuestra región?
Es necesario examinar esta cuestión ante los desafíos que se enfrenta el mundo hoy en día, porque la lucha por la equidad de género tiene que ver con la vida de la gente, que tienen sus realidades influidas por varios factores, tales como la economía, el desarrollo urbano, medio ambiente, salud pública y educación, en un mundo que se enfrenta a una crisis económica sin precedentes. Por lo tanto, es un desafío pensar la igualdad de género desde la perspectiva económica también, porque este es uno de los elementos que sin duda tendrá un impacto en las relaciones de género.
También es un desafío convencer a muchas personas que creen que ya hemos logrado la equidad de género, debido a la visibilidad de los logros de las mujeres en la sociedad, pero aún estamos lejos de observar esta igualdad en la vida cotidiana de nuestros pueblos. En otros casos muchas personas siguen siendo indiferentes a las cuestiones de género, por lo que aún queda mucho trabajo por hacer.
Es importante mirar más allá dela aprobación de leyes, como las actuales adoptadas por algunos países de América Latina,ya que ellas solas no resuelven el problema. Debemos trabajar para ponerlas en práctica, cambiar los sistemas y las normas.
Todavía hay que corregir algunas ideas equivocadas que se perpetúan sobre género, como las que creen que género se refiere solo a las mujeres. Iniciativas influenciadas por esta visión se convierten solamente en acciones afirmativas – que son necesarias y apropiadas en muchos casos – pero obstaculizan los cambios en las estructuras de poder que sostienen las desigualdades de género.
Por otro lado, examinando específicamente el desempeño de la alianza MenEngage en la región, podemos decir que los retos son igualmente complejos, desde el fortalecimiento y la creación de redes nacionales que trabajan con el tema a nivel local hasta las limitaciones de acceso a niveles de decisiones políticos en cada contexto.
En general el trabajo tiene que ver con la promoción de la visibilidad de las cuestiones relacionadas con la promoción de la igualdad de género, su importancia para la salud individual y colectiva, el bienestar, la seguridad pública, la economía y otros sectores, también sensibilizar a la sociedad a tener acceso a los niveles de decisión de cada país.
El otro desafío es la escasez de información que es necesario producir, lo que ayudaría mucho en la promoción de debates en las sociedades sobre la importancia de promover la participación de los hombres y los niños en el sistema de salud pública, educación, labor y otras áreas como la reducción de la violencia, empoderamiento de las mujeres, promoción de la salud materna e infantil, cuestionando los modelos de masculinidad y género, etc.
Otro reto tiene que ver con la financiación, ya que las acciones de esta magnitud, que mueven grandes estructuras dependen de la financiación, como la promoción de campañas, investigaciones y proyectos. A menudo, las redes locales pierden el aliento o incluso no pueden seguir con el trabajo precisamente por la falta de recursos financieros y humanos.
Hay mucho por hacer, pero también consideramos que gran parte ha sido producido desde 2004, cuando la Alianza MenEngage fue construida. Nos estamos preparando para el próximo año en la organización del segundo simposio sobre la participación de hombres y niños en la equidad de género.
Además, estamos ampliando el estudio IMAGES, a partir de la realización de la investigación en nuevos contextos, incluso en otros países de América Latina.