Treinta años atrás comenzó a popularizarse el uso de tarjetas de crédito pero, al mismo tiempo, surgieron nuevas modalidades delictivas, que le mostramos cómo evitar.
Las tarjetas de crédito, aparentemente, nos brindan una gran seguridad. Gracias a ellas, tenemos la posibilidad de no tener que salir a la calle portando una gran cantidad de dinero en efectivo, lo que disminuye considerablemente el riesgo de perderlo o de que nos sea robado.
Si bien todo esto es cierto, no menos real es que los amigos de lo ajeno siempre se las ingenian para adaptarse a los nuevos tiempos y tecnologías, por lo que ya han desarrollado un gran número de fraudes para robarle sus activos mediante su tarjeta de crédito.
Por esto mismo, le brindamos algunas sugerencias para que pueda prevenirse de esos delitos.
Protegiéndose del fraude:
- En primer lugar, active sus tarjetas de crédito tan pronto como las reciba. Asegúrese de firmar su tarjeta inmediatamente. Tener su firma en la parte posterior, significa que aquellas personas que no realicen su firma tal como usted lo hace, no podrán utilizar su tarjeta.
- No guarde sus tarjetas de créditos en su billetera. Si se la roban, perderá todo, incluyendo sus tarjetas de crédito. Y lo primero que querrán utilizar los ladrones, una vez que le roben su billetera, será su tarjeta de crédito, pues esta se cancelará en el mismo momento en que usted efectúe su denuncia. Su mejor protección, es no dejar sus tarjetas de crédito allí donde el común de la gente espera que estén.
- Nunca participe de sorteos o promociones en las que deba dar su nombre y número completo de tarjeta de crédito.
- Jamás firme algún recibo en blanco. Si firma alguno, dará la posibilidad de que el vendedor lo complete con más dinero de lo que a usted le dijo.
- Compruebe siempre, muy detalladamente, sus recibos de facturación. Cuando se encuentre en el exterior, asegúrese de que el importe impreso esté en moneda local (salvo que se hubiera convenido lo contrario): no es lo mismo tres reales brasileros que tres dólares…
- Si tiene algún problema con su cuenta, y si piensa que ha sido una víctima de un fraude con su tarjeta de crédito, haga saber esta duda o problema a su compañía emisora de la tarjeta de crédito cuanto antes (el teléfono de las mismas suele estar en el reverso de la tarjeta, y se puede llamar gratuitamente desde cualquier país).
- Mantenga informada a su compañía emisora de la tarjeta de crédito sobre sus cambios de direcciones, para que no le envíen renovaciones de la tarjeta o información personal a algún tercero.
- No dé su tarjeta a cualquier persona. Si usted presta su tarjeta, incluso a alguien en el que confía ciegamente, tendrá chances de sufrir un robo, tal vez no por parte de su conocido, sino de un vendedor inescrupuloso.
- Nunca escriba su número de tarjeta de crédito junto a su nombre, y menos en cualquier lugar que esté muy a la vista de los demás, o en un pedazo de papel que deje suelto por cualquier parte.
- Evite escribir su número de tarjeta de crédito en una carta, orden de correo, o e-mail. En caso de que deba hacerlo, debería fijarse que el e-mail esté “encriptado” o bien, pasar parte de la numeración completa por un medio, y la otra parte por otro, (ej. los primeros cinco números por fax y los otros cinco números por e-mail o teléfono) de modo que si alguien intercepta alguna de sus comunicaciones, no pueda, de todas formas, tener acceso al número completo.
- Jamás dé su número de tarjeta de crédito a cualquier desconocido que le llame por teléfono, por mucho que éste insista o lo seduzca con cualquier tipo de promoción. Tampoco responda a los avisos del diario cuya forma de transacción sea únicamente mediante vía telefónica. Los ladrones nunca cargarán a su cuenta la transacción efectuada (ya que para esto necesitarían su firma), pero utilizarán el número para efectuar otras transacciones.