La idea de esta nota es ofrecer la posibilidad de pensar la actividad económica que desarrollamos a la luz de dos ejes básicos:
- 1) la marcha de nuestro negocio o actividad hasta hoy que implica la evaluación de resultados económicos, organización, productos o servicios desarrollados, tiempos, grado de satisfacción con lo que hicimos, metas alcanzadas o no (si las tuvimos), etc.
- 2) qué proyección tenemos para el año en curso a partir de lo realizado hasta hoy y de la lectura que hagamos de la realidad personal y del contexto.
Es el clásico planteo: ¿Dónde estoy? ¿A dónde quiero llegar? ¿Qué alternativas tengo?
Utilizaremos un test de gestión empresarial para hacer una evaluación de la marcha de nuestro negocio. Tomemos en cuenta 8 ítems posibles que sirvan de referencia para guiarnos en la evaluación.
1) Evaluación de la rentabilidad del año pasado: Fué rentable para Uds.? Salvaron solo los costos? Cómo les fue en términos económicos? Tuvieron superávit, hicieron inversiones?
2) Estudio de los productos o servicios en cuanto a la calidad de los mismos y su comparación con los de un competidor similar
3) Grado de respuesta a las necesidades de los consumidores o clientes: si se los tuvo en cuenta, si se pudo realizar cambios o no para responder a esas necesidades o requerimientos.
4) Participación de la gente que trabaja en el negocio: grado de responsabilidad y de ideas que aportaron, incremento de valor (valor agregado) a lo que hicieron, posibilidad de transmitirles a ellos la «misión» del negocio.
5) Evaluación de clientes potenciales, mantenimiento de clientes, aumento o disminución, qué pasó.
6) ¿Qué se necesita hoy para manejar una empresa: aprendizaje, cambio, flexibilidad, seguir con lo mismo? hacer una revolución? Cómo es nuestra posición frente al mundo de los negocios?
7) Grado de disponibilidad y de efectiva realización respecto a información y a capacitación sobre temas relevantes para el negocio.
8) Proyecciones o plan de negocio para este año aludiendo a la necesidad de programar en forma más consistente los pasos a seguir.
En el orden externo, todos tenemos noticias de lo que ocurre en el país y es importante estar atento e informado sobre los acontecimientos políticos, económicos y sociales. No sólo de nuestro propio negocio o mercado.
Los economistas dirigen la mirada hacia la macroeconomía y se transforman en los predictores más importantes de la época. Son los que marcan los caminos y los que enseñan cómo manejarse. Sin embargo, a mi entender, gran parte de la población, los que conformamos la base de la pirámide social (que va en aumento), tenemos una sensación completamente distinta: que esa relación matemática del 80/20, se cumple inexorablemente.
El 20% detenta el 80% del poder y de los bienes y que el 80% apenas si se reparte el 20%. (esta referencia la escribí en 1997 creo que está desactualizada y la brecha es mayor todavía)
Esto hace que se nos presente un panorama desalentador porque no existen políticas de asistencia a los microemprendedores ya sea en propuestas, como en ayuda financiera, leáse créditos accesibles. Recién se está hablando de fortalecer a las PyMES y aún no comenzó el tratamiento para este sector. Conformamos el sector los profesionales, los pequeños comerciantes, los productores y los fabricantes a baja escala.
Existen muchas señales de alerta para los argentinos y posiblemente el aumento de la desocupación sea el más preocupante. Sabemos que es una tendencia mundial y de la aldea globalizada. Por lo tanto desaparecen paulatinamente las posibilidades del trabajo en relación de dependencia y se genera una necesidad de crear fuentes económicas independientes.
El ser Psicóloga Laboral hace que esté muy alerta a lo que tiene que ver con la gestión empresaria y realizar una actividad autónoma, ser el propio jefe, requiere de condiciones personales específicas que no todas las personas desean o pueden desarrollar.
Monitorear la propia empresa no se puede inventar: sí es posible aprenderlo, ejercitarlo, pero tienen que desarrollarse ciertas características y no todos las tenemos.
El esquema corto placista del capitalismo salvaje parece llevarnos al canibalismo y termina afectándonos a todos.
En el caso de los Micro y pequeños emprendimientos esto significa, achicamiento del mercado, disminución ostensible de la capacidad de consumo y aumento de la competencia a niveles desconocidos.
En 1996 nuestra percepción y expectativa del año era claramente negativa. Existía una impresión generalizada de que sería un año duro.
El 2002 está marcado por la incertidumbre. No sabemos qué ocurrirá, cómo manejarnos y mientras tanto debemos monitorear nuestra actividad laboral.
Las amenazas, en éstas circunstancias, están en:
- El desaliento y el aferrarse a lo conocido.
Siempre en los momentos de incertidumbre e inseguridad tendemos a tratar de manejarnos con lo que sabemos, con la experiencia acumulada. Lamentablemente esto no nos es útil. No nos sirve quedarnos con lo conocido porque el mundo no es lo que era y no lo es para nadie. Tenemos que aprender a vivir en el cambio continuo, permamente, vertiginoso. El que las reglas de juego se modifiquen constantemente. - Falta de creatividad.
Quedarnos fijados a leyes o reglas del pasado y no poder «inventar» o «crear» nuevas condiciones o respuestas. - Costos fijos; presión impositiva, cargas sociales, falta de apoyo crediticio.
Muchas veces los costos fijos representan un peso, una carga a sostener y debemos tratar de aligerar esa carga lo más posible. - La competencia
Que, como ya dijimos, que es una amenaza considerable en estos momentos pues muchos hacen y ofrecen productos o servicios similares. - La importación
Somos un país arrasado en nuestra industria pues las importaciones no fueron reguladas cuidando nuestros recursos y posibilidades. Han faltado políticas de desarrollo de la industria nacional. Uno de los casos es el de la industria textil que ha quedado en el camino por no poder competir. - El franchising
- Etc, etc.
¿Qué alternativas tenemos?
– Pensar en el servicio más que en la venta
Actualmente se dice que ya no es tan importante vender más, es preferible brindar más servicios a los mismos clientes. Existe un slogan en este momento de una cadena de supermercados que dice: «Lo importante no es venderle, sino que vuelva» Esto alude a la importancia del consumidor que sigue comprándonos. Y sigue comprando porque ofrecemos más y mejores servicios que lo cautivan y atraen.
Detectar nichos desabastecidos.
Hay espacios que otros dejan o descuidan por no haberse ocupado de ellos y que se pueden ocupar. Se puede tratar de detectar quiénes están desatendidos y que pueden transformarse en clientes posibles. Dirigirnos a ellos para ofrecerles lo que necesitan o requieren.