Relacionarse en foros públicos plantea grandes desafíos: ¿Cómo introducirse en uno de esos pequeños grupos que se forman en toda comunidad, para luego integrarse al grupo total?.
Una de las mejores maneras en que alguien le allane el camino, presentándola.
Pero ¿Cómo hacer en una lista de discusión donde no hay alguien para hacer las presentaciones?
Esto es lo que me sucedió en mi primera participación en la primera lista en la que me anoté. El tema que estaban tratando en ese momento era bastante controvertido. Mi respuesta reflejaba mi postura personal (muy personal, debo reconocer) y la fundamentaba en lo que le ocurría a un miembro de mi familia.
Me respondieron que debía cambiar de opinión urgentemente y que mi pariente era ciertamente un «lunático» por tener esos pensamientos. Esta respuesta fue enviada a la lista, ¡no a mi privadamente! Me sentí confundida, sorprendida, humillada, avergonzada, en fin, puede elegir el adjetivo más apropiado para describir mi estado.
Esto sucedió hace 7 meses. Ahora me considero una de las integrantes más «antigüas» de la lista. Mi nombre es reconocido por la mayoría de las participantes, he realizado algunos negocios gracias a la lista y me encuentro coordinando un proyecto que estamos gestando en el grupo.
Hice todo lo que pude cuando recibí esa respuesta, excepto borrarme de la lista (y de todas las listas que pudieran surgir) tal cual había sido mi impulso original.
¿Cómo ocurrió semejante cambio?
Estos son los pasos que di, desde el momento que mandé mi primer aporte, hasta disfrutar de los beneficios de participar en la lista.
1. Le envié un mensaje privado a la que me había ofendido. Nunca respondió
2. Recibí varios emails privados solidarizándose conmigo por lo grosera que había sido la otra integrante de la lista. Agradecí a cada una y aproveché la ocasión para preguntarle sobre sus trabajos. Comencé así una sólida relación con esa gente que había sido tan amable conmigo. La gente aprecia que una se interese por sus cosas.
3. Nunca envié uno de esos emails descaradamente publicitarios que suelen ser tan comunes. En esos casos les respondí en forma privada y, como siempre, les pregunté por sus negocios.
4. Esperé un poco, probablemente un mes o dos, antes de hacer otro envío a la lista… entonces elegí un tema de mi especialidad (que por supuesto fuera coherente con la temática de la lista) y me posicioné como una experta en el mismo. Me hicieron algunas preguntas y siempre contesté públicamente, de forma tal que las respuestas pudieran servir a todos los miembros, no sólo a las que preguntaban.
5. Durante el «período de espera» mandé tarjetas virtuales a cada nuevo miembro que se presentaba en la lista. Le daba la bienvenida al grupo, le ofrecía ayuda y le preguntaba por sus negocios, con ánimo de colaborar. Esta es una de las mejores herramientas para construir relaciones que haya usado nunca.
6. Estaba atenta a toda información que encontraba en Internet que pudiera ser de interés del grupo y la mandaba. De vez en cuando enviaba una tarjeta humorística, que originaba respuestas privadas, contestadas por mi de la misma manera. Posiblemente, estos envíos, de contenido más «liviano», fueron los que sirvieron para establecer una relación más cordial con el grupo y contribuyeron a mi reconocimiento.
7. Seguía atentamente las «conversaciones» del grupo y cuando coincidía plenamente con alguna postura, le enviaba a la autora, en forma privada, un mensaje de aliento. Fui «construyendo» así, un círculo de gente afín, de gente que enviaba temas similares a la lista. Esto último lo noté cuando repasé el registro histórico de la misma.
8. Al tiempo fui invitada a formar parte del comité encargado de un proyecto muy interesante que surgió en el seno de la lista. Esto es una consecuencia directa del trabajo realizado: de mis respuestas precisas, dadas con ánimo de colaborar, no de una mera respuesta «publicitaria», de haber forjado relaciones sólidas con otros miembros, particularmente con el grupo afín al que me referí antes.
9. Nunca me involucré en una de esas discusiones ofensivas (conocidas como flaming). Aún cuando me sentía con ganas de expresar mi disgusto (para algo estan los moderadores, no?)
10. Hasta ahora todos mis envíos fueron sobre temas de mi conocimiento, temas en donde pudiera hacer un aporte genuino. El trabajo constante compensó ampliamente la ruda bienvenida que tuve.
La respuesta a los desafíos se encuentra en ese esquema de construcción de relaciones. El interés que suscitan las listas radica en la gran exposición que brindan. Sin embargo, hay pocas chances de construir relaciones sólidas con tanta gente, en cambio, este enfoque, más persona a persona, es muy real y vale la pena intentarlo.