Trabajo remoto, teletrabajo, trabajar desde casa… Todos ellos distintos títulos para denominar la actividad laboral que se ejerce desde una oficina virtual.
Internet ha puesto del revés como entendemos en la actualidad el trabajo de oficina.
Hasta no hace mucho, trabajar en una oficina estaba vinculado a un horario de 9 h a 18 h, con un descanso de 1 hora para comer, un espacio de trabajo ubicado en el centro de la ciudad y un mínimo de 30 minutos de transporte público para ir de casa al trabajo si no querías enfrentarte al tráfico de hora punta.
Por suerte para las emprendedoras y las autónomas, ahora es posible ejercer tu actividad laboral desde una oficina virtual, tan solo necesitas un ordenador portátil y una conexión a Internet de calidad. ¡Nunca había sido tan fácil poner un negocio en marcha!
Esta modalidad de trabajo tiene ventajas tanto para los trabajadores como para las empresas. Para ti, emprendedora, es una forma fantástica de escoger en qué proyectos te quieres involucrar, organizar tu tiempo en base a tus necesidades, te da opciones de movilidad y te permite alcanzar el equilibrio entre tu vida profesional y personal.
Para las empresas es una forma estupenda de atraer talento, por fín no están limitadas a un área geográfica. Además, se reducen gastos fijos como la luz, internet y el alquiler de un espacio, que se pueden emplear en un bonus anual o una subida salarial que reconozca el buen trabajo de sus empleados. ¡Todo son ventajas!
Entiendo que enfrentarte a esta nueva tendencia pueda ser un poco abrumador, sobre todo cuando no estás acostumbrada. Por eso, hoy voy a desvelarte las claves para perder el miedo a trabajar de forma remota. Verás que con estos sencillos consejos, trabajar desde casa es muy fácil.
5 Claves Para No Tener Miedo a Trabajar de Forma Remota
1. Márcate una rutina
Cuando trabajas desde casa tú eres quien pone los horarios. Te recomiendo que actúes como cuando tenías que coger el metro para ir a la oficina: levántate temprano, date una ducha, vístete y desayuna. Hacer esto te mantendrá todo el día llena de energía y con predisposición para trabajar.
2. Organiza tu día
Dedica los primeros 20 minutos del día a organizar las tareas del día y a establecer prioridades. Marcar los objetivos desde primera hora te ayudará a mantener el foco y ser más productiva. Esas tareas que has puesto en tu lista son las que te comprometes a acabar, todo lo demás es secundario, incluido el email.
3. Pon la tecnología a trabajar para ti
Cuando se trata de trabajar a distancia, la tecnología se convierte en tu mejor aliada.
Es muy probable que cuando empieces a trabajar de forma remota – sobre todo si tu proyecto requiere de un equipo – te ahogues en un vaso de agua para coordinar tareas, responsabilidades y reuniones.
No te preocupes, por suerte para ti existen muchas herramientas online diseñadas para la colaboración a distancia y la comunicación en tiempo real que te permiten gestionar proyectos, organizar reuniones, compartir y editar archivos y documentos, comentar opiniones y aportar ideas directamente con todos los miembros de tu equipo, un responsable o un cliente.
En el momento de escoger una herramienta de gestión de proyectos, es importante que busques una solución lo más completa posible para no perderte navegando entre cientos de aplicaciones. Para ello puedes ayudarte de un software como Redbooth, ideado para gestionar proyectos de manera integral y que puedes utilizar en cualquier dispositivo – ordenador, móvil, tablet y Apple Watch. Un forma perfecta de estar actualizada en cualquier momento y lugar de los avances de tus proyectos.
4. Aprende a trabajar con distintas zonas horarias
Lo más complicado del teletrabajo, sin lugar a dudas, es gestionar las diferentes franjas horarias de forma conveniente para todos los miembros de un equipo.
Cuando contrates a alguien para trabajar de forma remota o tú formes parte de un equipo que se encuentra en otro país u otra ciudad, ten presente la zona horaria del lugar. Esto es imprescindible para saber la disponibilidad del equipo y organizar reuniones o videoconferencias.
Si tienes en mente el marco horario de tu equipo, será mucho más sencillo y cómodo para todos desarrollar el proyecto. Así que ante la duda, pregunta siempre en qué ciudad y qué zona horaria están y añádelo a tu widget de reloj mundial, así nunca te olvidarás.
5. Pon fin a tu jornada laboral
Lo más difícil de trabajar a distancia es saber cuándo cerrar la puerta de la oficina. Márcate un horario de trabajo y cúmplelo. Si a las seis de la tarde tienes que acabar, acabas. No es bueno para ti intentar avanzar tareas por las noches o los fines de semana; eso solo afectará a tu productividad. Recuerda que eres tú quien debe gestionar el tiempo y no a la inversa.
Espero que estos consejos básicos te ayuden a empezar tu camino en el trabajo de forma remota. ¿A qué estás esperando? Ponlos en marcha ya mismo y verás como le pierdes el miedo a trabajar desde casa.
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