Estoy segura de que concordarán conmigo que es difícil juzgar la calidad de un servicio hasta que lo experimentamos. A menudo, la única base que tenemos para elegir, es la conversación que mantenemos con nuestro posible proveedor.
Muchas veces la imagen del lugar y la calidad de su folletería, ayuda a forjarnos una idea. Si somos afortunadas/os podemos leer algunos testimonios de otros clientes, si somos muy afortunadas/os, alguien, en cuyo juicio confiamos, nos recomendó el proveedor.
Pero la mayor parte del tiempo experimentamos diferentes grados de ansiedad al tener que decidir la primera vez un servicio o producto.Quisiéramos tener más elementos para sentirnos que estamos tomando la decisión correcta ¿no le parece?
Esto es tan importante que debemos recordarlo, a su vez, cuando somos nosotras/os los que estamos del otro lado, tratando de vender nuestros productos o servicios. Ya que no importa cuánta experiencia tengamos, ni cuán importante sean nuestros folletos, los posibles clientes NO SABEN, lo bueno que son nuestros servicios hasta que los probaron al menos una vez.
Por lo tanto, tienden a ser escépticos, desconfiados, y a continuar pensando si no harían mejor en contratan a otro. Es natural!
Solía trabajar en una firma inmobiliaria bastante concurrida. El único café que servían era en esos vasitos de poliestireno, con cucharitas de plástico y crema en polvo. El café tampoco era bueno. Eso me molestaba bastante poco realmente amo la experiencia de tomar un buen café.
Así que compré mi propia cafetera, mis propios pocillos de cerámica con platitos y cucharitas y mi propia mezcla de café. Cuando tenía reuniones con clientes o prospectos, servía mi propio mezcla de café. Debo confesar que me llevó algún tiempo darme cuenta del impacto que este detalle causó en mi negocio.
Verán, al servirles a mis clientes un súper café, presentado en unos lindos pocillos, creaba una impresión duradera en ellos, me catalogaban como una persona creativa, con recursos y orientada a los detalles. Además, subyacía la idea de que me importaba más la calidad de lo que le brindaba a mis clientes que mi propia conveniencia.
En su inconsciente quedaba la idea de que si yo le prestaba tanta atención a la forma en que los atendía, había buenas chances de que me ocupara con tanto detalle del negocio en sí mismo. Lo que por supuesto es verdad.
La gente amaba mi café y esa, aunque parezca trivial, era una de las razones por las que preferían hacer negocios conmigo.
Y todo esto ¿qué tiene que ver con SU ganancia neta? Todo.
Por favor recuerde que, tal como dije anteriormente, al comienzo de una relación (de cualquier tipo) sus prospectos están escépticos, desconfiados, y continúan pensando si mejor no contratan a otro.
Entienda que eso se debe a la falta de referencias en las que habitualmente se basan para tomar una decisión, no en la calidad de su trabajo, la cual no están en condiciones de entender en ese momento. Lo que sí pueden “ver” es su forma de hablar, vestir y, hasta de caminar!
O sea, que la juzgan por los pequeños detalles: la forma en que dá la mano al saludar, el contacto visual (tenga en cuenta que estos “ingredientes” varían, y mucho, de cultura en cultura). Juzgan su grado de entusiasmo, su generosidad, su habilidad para escuchar, su actitud. Todas estas pequeñas cosas, le agregan puntaje… o no.
En Internet, la gente nos juzga por el atractivo y el contenido ón satisfactoria y agradable, nos recordarán afectuosamente lo que ayudará a ganar su confianza. Si en cambio, nuestro site es frustrante de consultar, el valor de nuestras “acciones” caen, sin importar cuán buen servicio tengamos.
En resumen, preste atención al contenido de su site pero, también a estas pequeñas cosas: rapidez para cargar ( a nadie le gusta estar de brazos cruzados esperando que se muestre el contenido), un sistema de navegación simple y consistente, texto fácil de leer y, aunque le parezca mentira, información de contacto fácil de encontrar…
Cuanto más positiva sea la experiencia que la gente tenga, más fácilmente ganará su confianza y eso, al igual que mi cafecito especial, tendrá un tremendo impacto en su negocio y en sus ganancias netas!.
Ah qué!, ¿ahora quiere mi receta de café? Bueno, ahí va.
Casi todos los que probaron mi café, me piden la receta. Prepárese que seguramente también pedirán la suya. Pero antes necesita algunos elementos:
Una buena cafetera con filtros del tipo melita, que vierta el agua lentamente, en los EE.UU., donde vivo, en general todas las cafeteras hacen pasar el agua muy rápido. Si vive en los EE.UU. puede conseguir una gratis en Gevalia Coffee con sólo comprar $14.95 de sus exquisitos granos…
Que es el segundo requisito: granos de café de buena calidad, fresco y recién molido (no demasiado fino, pida el molido apropiado para el tipo de filtro).
Ahora, agregue el sabor. Compre una mezcla de café, de esas que se encuentran en los negocios gourmet, también puede probar los catálogos online, la mayoría de esos negocios tiene presencia en Internet.
Mi preferida es una con sabor a chocolate, es una mezcla en distintas proporciones de chocolate y café.
De esta manera conseguirá un sabor casi divino en vez de matar el sabor de un verdadero café. Confieso que a veces lo mezclo con la una variedad descafeinada, ya que no quiero terminar caminando por los techos al final de la jornada! Use 1 o 2 cucharaditas de café por taza de agua. Sea generosa!
Y…. Este es mi secreto!
Después de que puso el agua en la cafetera, ponga la misma cantidad de leche en la jarra de vidrio (o sea la jarra en donde el café va a caer) y prenda la máquina. Mientras el café gotea en el filtro, el contenido de la jarra térmica está siendo calentado por el disco metálico sobre el que se apoya- entonces ya no tendrá que poner leche fría en el café o mezclar ese horrendo crema en polvo. Pero recuerde ser generosa y ponga suficiente café en el filtro!
Eso es todo, así de simple. Asegúrese de servirlo en pocillos apropiados, nada de vasos de plástico!
Servir una extraordinaria taza de buen café es, por lejos, más simple y económico que lujosos folletos y la gente lo recuerda más. Puébelo! Se sorprenderá cómo estas pequeñas cosas (por supuesto completada con otros esfuerzos de marketing y calidad de servicio) pueden ayudarla/o a crear confianza, buena armonía, más clientes y más éxito en los negocios.