Bruselas es la capital de Bélgica y de la región de Flandes. Se encuentra perfectamente comunicada con otras capitales europeas, a tiro de tren (un promedio de 50 km) de París, Ámsterdam y Londres, además de otras ciudades flamencas importantes como Brujas (la ciudad medieval europea mejor conservada), Gante, Amberes, etc.
Bruselas es sede de importantes instituciones de la UE como el Parlamento, el Consejo, la Comisión Europea y hasta la Nato tiene sus cuarteles en Evere, una ciudad cercana.
Es una ciudad muy cosmopolita que ostenta el título de Capital Europea de la Cultura y cuenta con un riquísimo patrimonio arquitectónico.
Bélgica está separa en tres regiones debido principalmente a las características idiomáticas. En la región de Flandes en el norte se habla neerlandés (flamenco), en Valonia en el sur, francés y Bruselas, en la zona central, es bilingüe aunque la población habla mayoritariamente francés. Hay también una pequeña área, las Ardenas, que mantiene la lengua alemana, aunque oficialmente no es una región.
Si viajas en tren verás aparecer las indicaciones en los 3 idiomas. Por momentos puede ser un poco confuso, por ejemplo quizás tengas que ir desde Brussels-Zuid hasta Bruxelles-midi, dos estaciones de tren distintas en Bruselas, fíjate como el nombre de la ciudad está escrito en dos idiomas diferentes.
Bruselas en la historia
Oficialmente Bruselas fue fundada en el año 979, aunque hay motivos para creer que se remonta a finales del siglo VI. Fue entonces que el predicador Saint Gorik construyó una capilla en una pequeña isla formada por dos brazos del Senne (Zenne en neerlandés), el río que sigue siendo parte de Bruselas.
El primer escrito que confirma la existencia de la ciudad data del año 977, cuando el emperador alemán Otto II le da la baja Lorena a Carlos de Francia. En aquellos días la isla era conocida como la isla de Saint-Gorik. Carlos de Francia decide construir un castrum (una especie de fortaleza) en la isla: así nace Bruselas. A finales del siglo x, después de la muerte de Carlos, Lambert de Lovaina se apodera de la bajo-Lorena.
A mediados del siglo XI Lambert II decide construir un nuevo castrum en Bruselas y también comienza a construir las primeras murallas de la ciudad.
Bruselas se vuelve cada vez más importante. En el siglo XIII los gremios organizan una revolución contra el poderoso y rico grupo de los linajes (patriciado o nobleza urbana), pero fracasan. Luego de período agitado llega al poder la duquesa Joan.
Bruselas se convierte en una ciudad próspera hasta el final del siglo XIV. A pesar de una recesión económica que se extiende durante un período de 50 años, Bruselas sobrevive y comienza la producción de bienes de lujo.
En el mismo período Philip el temerario se casa con Margaret, una heredera de Joan, y su hija a su tiempo se casa con Maximiliano de Austria, dando paso a la dinastía de los Habsburgo en Bruselas.
En 1555 el emperador Carlos V, dimite. Su sucesor es Felipe II continúa la lucha contra Guillermo de Orange, supervisor de Holanda, Zelanda y Utrecht. Bruselas sufre bajo el despiadado Duque de Alba, representante oficial de Felipe II, quien instituye una feroz represión.
El sufrimiento bajo los pesados impuestos y la represión militar pueden visualizarse indirectamente en los cuadros de Peter Brueghel, particularmente en “El Censo de Belén” llamado también “El empadronamiento de Belén”.
Con la ayuda de Guillermo de Orange, Bruselas inicia una revolución y destituye al duque de Alba. Pero después de 8 años el duque vuelve. Para la economía de Bruselas este período fue pernicioso. Por suerte un período relativamente calmo llega con el sucesor de Felipe II, Isabel y su marido el archiduque Alberto de Austria.
En 1695 Bruselas es atacada por el rey francés Louis XIV. El resultado es desastroso: la Grand Place y más de 4.000 casas fueron destruidas totalmente. A principios del siglo XVIII los emperadores austríacos se apoderaron de Bruselas. Los ciudadanos de Bruselas intentan sublevarse pero tienen que rendirse.
El último emperador extranjero en Bruselas y en el actual Reino belga fue el emperador holandés Guillermo I de quien Bélgica se independiza en 1830. El 21 de julio de 1831 asciende al trono el primer rey belga, Leopoldo I.
Bruselas se convierte en la capital del nuevo Reino de Bélgica. Comienza un largo período de reconstrucción de la ciudad. Edificios nuevos y enormes se construyen y se derribaron las murallas de la ciudad, la ciudad se expande y se agregan parques. Se organiza un montón de congresos internacionales, se fundan organizaciones científicas; artista extranjero, filósofos, científicos y otros llegan a Bruselas.
Ocupada por los alemanes durante la primera y la segunda Guerra mundial, su desarrollo sufrió una detención para retomar luego de la guerra.
Qué visitar en Bruselas
La Gran Plaza
El mejor punto de partida para conocer Bruselas es su lugar más famoso y céntrico, una plaza medieval realmente grandiosa con un mercado de flores diario.Alrededor de la plaza podemos ver preciosos edificios de estilo neoclásico como el Ayuntamiento o la Casa del Rey. Si tomas por la calle que sale a la derecha del bar le Roi dÉspagne, la Rue au Beurre (o Boterstraat, todas las calles están escritas en dos idiomas), vas a encontrar la Iglesia de San Nicolás, una bonita construcción de estilo gótico. Si continuas en línea recta, encontrarás el precioso edificio neoclásico de la Bolsa.
Si en cambio tomas por la Rue Chair et Pain hasta llegar a la Rue des Bouchers vas encontrar numerosos lugares para cenar en un ambiente animado. El plato estrella de Bruselas es mejillones con patatas fritas (moules frites).