Bilbao es una de las ciudades más importantes del norte de España. Con 367.929 habitantes, es la capital de la comunidad autónoma de Euskadi, provincia de Bizkaia.
Tiene importantes conexiones con el resto de España y varias ciudades europeas.
Se puede llegar por avión desde Milán, Burdeos, Londres, Frankfurt, Oporto, Lisboa, Bruselas y Zurich y tiene conexiones con Madrid, Barcelona, Alicante, La Coruña, Málaga, Santiago, Sevilla, Valencia, Vigo, Ibiza, islas Baleares e islas Canarias.
Se conecta por autopista con frontera de Irún y de Cervere (con Francia) y, a través de ellas con las carreteras hacia en norte y el centro de Europa.
Por supuesto, tiene conexiones con toda España por las autovías.
Breve referencia histórica de Bilbao
La historia de la ciudad propiamente dicha se remonta a tiempos medievales, como asentamiento marinero y mercantil. El 15 de junio del año de 1.300 se le concedió su Carta Fundacional.
Por Bilbao pasaron, y pasan, los peregrinos a Santiago, ya que por allí pasa el camino Jacobeo de la Costa, por el viejo puente que vadea la ría, la misma Ría de Bilbao que sirvió de puerta para el comercio de mercancías. El transporte marítimo y fluvial fue el eje de la vida comercial de esta ciudad que se sustentó, en parte, con las minas de hierro.
De manera que, a su posición estratégica con respecto al comercio internacional y a la ruta de peregrinos debe Bilbao el lugar de su fundación.
Con los siglos, la antigua villa intramuros no fue suficiente para albergar una población en franco crecimiento y comenzó a expandirse fuera del casco original. En el S.XV se levantó la Catedral del Señor Santiago, apóstol, patrono de la ciudad. En el S.XIX se creó la Bolsa de Comercio, el Banco de Bilbao construyó su sede y se inauguró el Teatro Arriaga (foto izquierda).
Ya en 1875 llega el ferrocarril y, de su mano, la villa debe ‘saltar’ sobre la Ría y ocupara la margen izquierda. Esta es una Bilbao proyectada, con avenidas, plazas y paseos, el Bilbao moderno, de bellas casas señoriales con la arquitectura de fin del S.XIX. El puente del Arenal fue construido a principios del S. XX y, de este modo, se establecieron en el nuevo Bilbao muchas instituciones financieras, la nueva Bolsa, las sedes de compañías navieras, siderúrgicas, industriales y mercantiles.
Con la vista en el S.XXI, la ciudad se vuelve a modificar, se eliminan las viejas fábricas, se construyen nuevas zonas empresariales y el Metro.
Qué visitar en Bilbao
Para conocer una ciudad de este tipo, se impone un paseo a pie por su casco histórico, que fuera centro, en este caso, de la actividad urbana desde el 1300. El paseo puede comenzar por el «Arenal», zona de esparcimiento y de paseo.
Allí se encuentran el Museo Arqueológico, Etnográfico e Histórico Vasco, el Teatro Arriaga, construído a finales del S.XIX en estilo neobarroco. También verá allí la Iglesia de San Nicolás de Bari, patrón de los navegantes y la primera sede del Banco de Bilbao, inaugurado en 1868.
La plaza Nueva, en las cercanías, data de 1830, y fue hecha en marcado estilo neoclásico. En la calle Ronda, encontrará la casa natal de Don Miguel de Unamuno y, no demasiado lejos, la plaza que lleva su nombre. Desde esta plaza, por las llamadas Escaleras de Mallona llegará a la Basílica de Begoña. La iglesia fue levantada en el lugar de aparición de la Virgen.
El Portal de Zamudio da paso al recinto amurallado y es el punto de jura de los Fueros en Bilbao. Aún hoy puede verse un fragmento de la muralla original.
Visita obligada merece la Iglesia de San Antonio Abad (o de San Anton) cuya construcción comenzó a fines del siglo XIV. La fachada realizada en el siglo XVI es renacentista y su torre del siglo XVIII, barroca.
Adyacente a la iglesia podemos ver el Mercado de la Ribera, emplazado en el solar donde los campesinos solían vender los productos locales. Se lo considera el mercado cubierto más grande de España. Junto a la iglesia se encuentra el puente de San Anton.
El antiguo se derrumbó en 1882. El actual es del siglo XX. Cruzando el puente, llegamos a Bilbao la Vieja.
A la izquierda de la iglesia, nos adentramos en el barrio de Achuri, donde podremos conocer la antigua iglesia y convento de La Encarnación, edificio gótico del siglo SVI.
La Catedral de Santiago data del siglo XIV. En conjunto se la considerada una catedral gótica, aunque pueden diferenciarse distintas etapas. Fue y es una de las importantes paradas en la Ruta de Santiago.
En la esquina de calles Pelota y Santa María se encuentra el antiguo edificio de La Bolsa, donde jamás se compraron o vendieron valores. Su nombre se debe a ferretería y quincallería La Bolsa que funcionó allí durante años. Es uno de los pocos edificios de arquitectura civil medieval que quedan y que hoy es el Centro Cívico del Casco Viejo.
Y yendo a otro extremo, mejor dicho, a otro siglo, Bilbao se ha preparado como pocas ciudades para el siglo XXI. Da fe de ello el maravilloso y novedosísimo Museo Guggenheim, obra del arquitecto Frank O’ Ghery.
Otros nombres famosos quedarán, también ligados a la historia arquitectónica de éste siglo: Norman Foster, constructor del Metro, Santiago Calatrava (de quien también se puede ver el Puente de la Mujer, en Puerto Madero, se única obra en América), Cesar Pelli, Federico Soriano y Stirling & Wilford son sólo algunos de ellos.
Bilbao es enorme y está llena de sorpresas, entre ellas, su gastronomía (espectacular). Sin duda vale más de una semana de paseos urbanos y campestres.
Para quienes tengan el placer de realizarlo, les recomendamos el site http://www.bilbao.net (quienes han tenido la gentileza de facilitarnos las fotografías) en el que encontrarán información inapreciable.