El otro día, encontré un centavo sobre mi escritorio mientras intentaba conectarme a la red. Me tomó más tiempo que otras veces y, mientras esperaba, me sentí atraída por esa moneda.
Me pregunté por qué. ¿Qué habría de especial en ese centavo que me motivaba a destinarle más que una simple mirada? Exactamente la centésima parte de un dólar. Bonito, pero sin valor, pensé.
¿A qué se debió, entonces, la atracción? No me tomó mucho tiempo darme cuenta. El aspecto de la moneda era el símbolo perfecto del networking, de cómo utilizarlo y construir negocios. Los centavos, después de todo, están en contacto con gran cantidad de personas y dan valor. Eso es exactamente lo que la gente de negocios inteligente hace.
El año de emisión de la moneda era 1988. Eso era lo que había captado mi interés. ¿Cuántas manos habían sostenido ese centavo en una década? ¿Por cuántos bolsillos y carteras habría circulado? ¿A cuántas reuniones de negocios habría asistido? Me maravilló pensar en cuántos aviones habría volado y en cuántas ciudades habría estado. ¿En cuántos idiomas diferentes se habría hablado delante de este testigo mudo? Muchas, conjeturé, mi pequeña moneda había viajado indudablemente a través de incontables networks desde que había sido puesta en circulación en 1988.
Si lo pensamos un poco, de eso se trata exactamente el networking, ¿no es asï? Circular. Salir y ver gente. Conectarse.
Desde el día en que nuestras monedas rodaron por primera vez fuera de la Casa de la Moneda, se conectaron con otras personas. Seguramente no conoceremos al trabajador que colocó las monedas recién acuñadas en el camión blindado que las llevó al banco por primera vez.
Muy probablemente tampoco conoceremos al conductor del vehículo ni al contador del banco que rasgó por primera vez el papel que envolvía las monedas e hizo que nuestro centavo ingresara al mundo del comercio.
Sin embargo, todos nosotros estamos relacionados. Noten cómo esa pequeña moneda hizo un trayecto hacia mi y, si yo trazara su camino hacia atrás desde la persona que me la dio hacia la que se la dio a él y así sucesivamente, podría llegar a la persona que hizo que este centavo comenzara una odisea de once años.
Nosotros somos parte del Network humano . Dentro de esta vasta red, hay redes menores e interdependientes, redes de amigos, de colegas, de clientes, de allegados. Son relaciones que se superponen entre sí.
Los esfuerzos que ponemos en el crecimiento y desarrollo de nuestras relaciones con otros en cada una de nuestras redes determinan qué seremos capaces de obtener cuando lo necesitemos.
Un simple centavo no vale mucho, pero, si juntamos uno con otro y otro y otro más, podemos alcanzar una fortuna. Por desgracia, demasiados de nosotros estamos tan atrapados en la vorágine de la vida cotidiana que a menudo pasamos por alto un hecho simple: necesitamos bases firmes para poder amasar una fortuna.
Construir una red substancial de contactos no es demasiado distinto que construir una fortuna a partir de centavos. En lugar de una moneda por vez, nuestra reserva de recursos comienza con un acto de solicitud cada vez. Al final, habrá muchos dadores antes de que pueda haber alguno tomando.
No iríamos a ver a nuestros banqueros para pedirles dinero sin haber hecho ningún depósito. ¿Por qué, entonces, pensamos pedir ayuda a la gente con la que estamos relacionados sin haber aportado nada a la relación primero? La próxima vez que vea una moneda, mire la forma. Úsela para recordar que lo que se mueve en círculo, vuelve.
Para comenzar a construir una fortuna en su Banco de Referidos, la próxima vez que vaya a una fiesta, a una ronda de negocios o a un encuentro, vuélvase a la persona que esté a su lado y hágale la pregunta del millón de dólares, «¿Cómo puedo ayudarlo?»
Imagínese dónde estará dentro de once años si comienza a andar y conectarse con gente que conoce sus intereses.
Encontré un centavo en mi escritorio el otro día mientras trataba de ponerme en línea y me di cuenta de que valía una fortuna.
Por favor deja tu opinión/sugerencias sobre este artículo abajo en la sección comentarios.
¿Te ha gustado este artículo? ¿Si? Entonces te pido que lo compartas.
Los Tweets, Likes y +1s ayudan a que Google valore mejor este artículo y lo posicione…
Mil gracias por adelantado.