En esta nota vamos a ver cómo aumentar la eficiencia a través del método kaizen. Vivimos en una sociedad donde para ser competitivos profesionalmente y exitosos personalmente (en la más amplia acepción del término exitosos) impera la necesidad de ser eficientes.
Esta realidad puede gustar o no, pero es una realidad objetiva innegable contra la que no podemos luchar y a la cual nos debemos adaptar.
Es por ello por lo que resulta interesante conocer formas de aumentar la eficiencia y para ello tenemos importantes herramientas como es el método Kaizen, método al que vamos a dedicar este artículo.
Los orígenes del método Kaizen
Hace ya muchos años que la metodología Kaizen se encuentra entre nosotros. La misma es una metodología que surgió durante la Segunda Guerra Mundial y tiene un origen japonés, de hecho, se arraiga en las raíces japonesas más profundas.
Pero si la metodología del Kaizen ha llegado con la buena salud que lo ha hecho hasta nuestros días es porque en la actualidad dicho método, tal y como veremos un poco más adelante en este mismo artículo, tiene más vigencia que nunca.
En realizad, el Kaizen no es nada más que perseguir la mejora continua en cualquier ámbito. Es decir, mediante el Kaizen lo que se persigue es no buscar un punto de confort ni considerar que nunca se ha alcanzado la excelencia.
Nunca existe ni el confort perfecto ni la excelencia perfecta, pues tan sólo con la búsqueda constante de la misma se logrará acercarnos (pero nunca alcanzar) el zenit de ella.
Buscar la mejora de la eficiencia y la efectividad, perseguir la excelencia, anhelar el desarrollo, incluso intentar acariciar la felicidad, por medio de la mejora continua es la mejor forma de no plantearse nunca que se ha alcanzado el camino, sino que la mejora continua es el camino, un camino por el cual transitar a lo largo de la vida, tanto en el terreno personal como en el profesional.
Para ahondar aún un poco más en los orígenes del Kaizen decir que el mismo tiene un significado que nos evoca a dos vocablos japoneses, concretamente Kaizen es la suma de “kai” y de “zen”, vocablos que vendrían a tener su traducción a los términos “cambio” y “mejora respectivamente”.
Específicamente, mediante el Kaizen se busca una gestión global que persiga conseguir la máxima calidad total perseguible y tuvo su origen, tal y como se ha mencionado, durante la Segunda Guerra Mundial, y más concretamente en las postrimerías de ésta, cuando la nación japonesa tenía grandes dificultades en su seno industrial.
Ello dio pie a que se organizase una asociación conformada por distintos tipos de especialistas (esencialmente ingenieros y científicos) que se encargó del diseño de un método de sistema empresarial que lograse sacar del aturdimiento y agujero en el que se encontraba la industria japonesa.
Todo lo anterior nos sitúa en un escenario que nos explica aquello que es el método Kaizen, pero ni nos adentra en las raíces del mismo, en las bases en las que este se sustenta, ni tampoco nos realiza una traslación de lo que éste puede aportar al momento actual y, más concretamente, a la mejora de la eficiencia en este conjunto, eficiencia que a la postre resulta el centro nuclear de este artículo. A todo ello vamos a referirnos en el siguiente apartado.
La filosofía japonesa y el método Kaizen en el momento actual
Probablemente, el método Kaizen no se entendería de no tener su origen en un momento histórico determinado y de buen seguro que no hubiese calado de no existir una cultura societaria detrás que lo amparase y lo hiciese como suyo.
Un método, cualquier método (y el método Kaizen no supone ninguna excepción), puede tener las mejores de las voluntades posibles y puede estar diseñado teóricamente en base a las mejores y más nobles premisas posibles, pero de no entroncar todo ello con una realidad social que lo adoptase en su momento el mismo no llegaría a arraigar, y eso es lo que sucedió en su momento en la sociedad japonesa: la sociedad japonesa sí que adoptó las bases del método Kaizen, porque las mismas imbricaban directamente con sus raíces culturales más profundas.
Bases del Método Kaizen
Las bases del Kaizen se asientan en tres valores principales:
- compromiso,
- disciplina y
- constancia.
Este es el resumen del Kaizen en su conjunto y una sociedad que no adquiera ese compromiso, esa disciplina y esa constancia necesaria para llegar a implementar en su seno el método Kaizen en su conjunto, nunca podrá ser una sociedad (general o particular) que logre implementar en su seno realmente la mejora continua como un proceso estructural de la misma.
Ello también aplica a los individuos, y es que para que una persona pueda interiorizar directamente y de forma real lo que aporta la metodología Kaizen primero tiene que hacer suyos esos tres valores básicos e irrenunciables.
Visto lo anterior, cabe adentrarse en ver cómo entronca todo lo expresado con el momento histórico actual y, sobre todo, cómo se relaciona todo ello con la mejora personal en eficiencia individual y /o colectiva y con la mejora en eficiencia empresarial y profesional individual y/o colectiva.
Vivimos en una sociedad muy avanzada tecnológicamente, vivimos en una sociedad abocada a unos cambios en sus cimientos más básicos y profundos. Los avances científicos y tecnológicos actuales están trayendo un rito de transformación con una rapidez y una profundidad nunca conocidos en la historia.
Siempre han existido cambios y siempre existirán. Siempre han existido avances en todos los campos pues es ello lo que nos ha permitido, nos permite y nos permitirá la evolución del ser humano y de la vida misma a lo largo de los tiempos.
Lo que sucede es que el ritmo actual (y un ritmo que además se acelera y se acelerará con el tiempo) impone unas realidades muy diferentes a las existentes hasta ahora e impone unos tiempos a los cales tanto las personas a nivel individual como a las organizaciones a nivel estructural les resulta muy difícil adaptarse.
Y es en la necesidad de adaptación a las nuevas realidades y a los tiempos acelerados que la sociedad que nos impone donde existe una conexión directa entre todo lo que emana del Kaizen y la mejora de la eficiencia que demandan los tiempos modernos actuales.
Para lograr esa mejora en la eficiencia personal y empresarial se debe recurrir al Kaizen, para ver cómo a través de sus principios se logra el objetivo de ver mejorada ésta. Y es que, el método Kaizen, propicia un estado activo en el cual siempre se anda buscando mejorar. Siempre se está buscando mejorar la eficiencia personal y organizativa.
Una mejora personal y organizativa que al final redunda en un mayor estado psicológico personal y en una mayor productividad y desempeño, tanto para todo aquello que concierne a los aspectos personales como para todo aquello que concierne a los aspectos profesionales como empresariales.
Más allá del Kaizen
Todo proceso de cambio y de transformación puede asentarse en la metodología que marca el Kaizen, pero ello no resulta óbice para no ir más allá y no tomar en consideración otros métodos y sistemas que también pueden contribuir a lograr determinados objetivos, incluso a lograr objetivos que emanan del mismo método Kaizen.
Un buen ejemplo de lo anterior lo encontramos en el método Kanban, el método Kanban es un método planteado para la optimización de la gestión de proyectos, es decir, tiene una relación directa con la mejora continua que promueve el Kaizen mediante la mejora de la gestión de proyectos.

Qué es el método Kanban
Pero ¿en qué se basa el método Kanban?
El método Kanban se basa en lo que su mismo significado establece, es decir, si Kanban puede encontrar su traducción en algo parecido a “tarjetas visuales”, entonces el mismo se basa en el uso de este tipo de elementos para lograr la optimización de la gestión de proyectos.
Mediante el método Kanban, que se interrelaciona directamente con el método Kaizen y que bebe de las mismas fuentes básicas de valores que ya se han mencionado de la filosofía japonesa, se logra establecer un mecanismo válido, especialmente en el marco de lo que podría ser una variante de los denominados mapas mentales (con profundas diferencias con estos, pero para realizar un acercamiento a lo que los mismos pueden representar.
A través del método Kanban se logra establecer un sistema visual en el cual se puede estructurar la asignación de las tareas, el distinto estado de desarrollo de éstas, modificar la transformación de las fases de estas según sus avances, determinar modificaciones en los roles y prioridades y un largo etcétera de elementos que se podrían mencionar.
Así, tal y como podemos ver, tanto el método Kaizen en general como el método Kanban en particular, consiguen asentar una base sólida para la mejora de la eficiencia organizativa y estructural.
En definitiva, en el Kaizen y en el Kanban se encuentran dos herramientas muy sólidas que de buen seguro harán despertar el interés de muchas personas pues las mismas son de una utilidad probada indiscutible.