Recién leí este excelente editorial de Marcelo Berenstein de EmprendedoresNews sobre la fauna empresaria y no resistí la tentación de trascribirlo aquí. Espero que Marcelo no se moleste:
El diario Clarín del domingo pasado publicó en su suplemento económico un estudio del Observatorio del Empleo y la Universidad Nacional de General Sarmiento donde se pone a la luz que las empresas que despegan rápido son el 6% del total pero generan el 50% del empleo. Nuestro colega Pablo Maas (que además de ser el editor del suplemento IEco es un buen profesional y gran persona) describe en su columna refiriéndose a la nota que los académicos que estudian la demografía empresarial apelan a la zoología para clasificar a las empresas en “Ratones”, “Topos”, “Gacelas” y “Elefantes”. Las gacelas son las que motorizan el crecimiento, de acuerdo con la descripción que hace Silvia de Torres Carbonell en el mismo suplemento.
Sin querer pecar de atrevido y pretender situarme a la altura de académicos como Torres Carbonell o Kantis o de periodistas mucho más experimentados y capaces que yo como Maas o Kantor, me parece que faltaron algunos animales en el artículo. Por ejemplo, la empresa “Buitre” aplicable a aquella que toma empleados en negro; la “Carroña”, que es la compañía que vive especulando con ganar cada vez más invirtiendo menos; la empresa “tortuga” que definiría a las que ven como las oportunidades pasan al lado y no pueden agarrarlas; la empresa “vampiro” (¿quién no trabajó en alguna?) y así hasta completar un zoológico (Se aceptan sugerencias).
Me reservo para nuestros bienamados funcionarios públicos, el mote de “Lincegalos”: cuando quieren son ciegos como los murciélagos y cuando olfatean “coimida” (alimento material a base de coima), tienen vista de lince.
He aquí mi humilde aporte al Animal Planet empresario…
¿No es sensacional?