Hasta hace poco, nadie se hacía esa pregunta. Las empresas no se habían percatado del efecto que produce un olor agradable en la experiencia del cliente.
La mayoría de firmas ha basado su identidad corporativa en la imagen (el logotipo, el patrocinio o el mobiliario de los establecimientos) y el oído (el hilo musical de las tiendas o la melodía de un anuncio en televisión).
Sin embargo, la emoción que evoca un olor puede ser decisiva en el momento de la compra y es posible identificarlo con los valores que la marca pretende transmitir.
Incluso sirve para mejorar la productividad y las condiciones de trabajo de una empresa, tal como consigna el medio español Expansión y Empleo.
“Las compañías gastan mucho dinero en identificarse ante el consumidor mediante la imagen. No han caído en que el olfato es el sentido que más perdura en la memoria”, señaló a Expansión Juan Miguel Antoñanzas, presidente de A de Aroma, una empresa que tiene un catálogo de 2000 aromas.
El sentido del olfato es mucho más intuitivo, está más ligado a la memoria, y a nivel de marketing puede ser extremadamente poderoso y un argumento diferencial de venta, porque el aroma lo percibes en el aire, ni lo ves, ni lo oyes. Y eso genera una reacción en ti que puede mejorar la experiencia de compra.
“Las compañías gastan mucho dinero en identificarse ante el consumidor mediante la imagen. No han caído en que el olfato es el sentido que más perdura en la memoria”
Además, según averiguaron los científicos Richard Axel y Linda Buck, Premio Nobel de Medicina en 2004, la memoria puede retener hasta 10.000 aromas distintos, mientras que sólo reconoce 200 colores.
Si a Marcel Proust el aroma de las magdalenas de su infancia lo impulsó a escribir las 7000 páginas de “En busca del Tiempo perdido” imagínese lo que debe ser el mercado de aromas aplicado al branding.
Según un estudio de la Universidad de Rockefeller, la “potencia” evocadora de cada uno de nuestros sentidos es la siguiente: Olfato (35%), Gusto (15%), Vista (5%), Oído (2%) y Tacto (1%).
El marketing de aromas o marketing olfativo
Cada marca tiene su ADN específico compuesto por muchos elementos, como el color, los sonidos y también ciertos valores diferenciales, pero cada vez, hay más preocupación por los elementos que entran en contacto con los clientes, el uniforme de los empleados, el mobiliario, etc. que se convierten en parte de la imagen corporativa.
Un aroma específico, único, que sea reflejo del posicionamiento y valores de la empresa, que no se pueda relacionar con ninguna otra marca, que se convierta en parte de ella, que la haga más cercana, perceptible y que esté presente dónde, cómo y cuándo tú quieras, y que además estimule el deseo de compra.
Entonces ¿por qué no crear un aroma que sea identificativo de la marca?¿por qué no tener una Firma Olfativa que mejore la experiencia de compra de los clientes?
Para tener una idea tal vez baste saber que en 2003, el marketing de aromas movió cerca de 30 millones de dólares y se espera que alcance 220 millones de dólares en 2010.
Un aroma que mejore la satisfacción y la percepción de los clientes sobre tu marca.