¿Clientes difíciles? Los clientes, sí, esas personas que suponen tanto para tu negocio, si eres emprendedor, o para tu propio beneficio, si eres autónomo o freelance. ¿Sabes de lo que te hablo, verdad?
Pues bien, tanto si eres novato como si no, tienes que encontrar una manera de tratar con esos clientes que nunca faltan y muy a menudo nos hacen la vida difícil. Porque, después de todo, sin clientes, no hay negocio.
En esta nota te voy a ayudar a detectar a los siete tipos básicos de clientes difíciles que podemos encontrarnos en nuestro camino y, lo más importante, cómo tratar con cada uno de ellos. ¡Toma nota!
7 Tipos de Clientes Difíciles y La Estrategia Adecuada Para Tratar Con Cada Uno
El “bullitas”
En el caso de que recibas a tus clientes en persona, es muy probable que encuentres a este perfil. Es el típico cliente que no para de mirar su móvil para ver la hora y su pierna no para de moverla como si tuviera un temblor.
Siempre que te visita o habla contigo, dice que su tiempo es oro y que está hasta arriba. Esto no significa que no sea así.
Pero esto genera una situación incómoda para la persona que tiene que atenderla y para el resto que se encuentra por allí.
Cómo actuar con él/ella: Hay que mostrarse firme y no perder los nervios, realizando lo que nos pide bien hecho y al ritmo con el que se hacen las cosas, por mucha bulla que tenga este cliente.
El “penas”
Se trata del cliente que te cuenta toda su vida, y en el que parece que tú eres su psicólogo. Quiere dar pena para llevarnos a su terreno. ¡Así que los ojos bien abiertos!
Cómo actuar con él/ella: Déjale claro cuáles son los límites y que no puedes hacer nada porque así lo haces con todos y no puedes hacer una excepción con él. Una solución es guiarle a cómo seguir el proceso para que lo ejecute él mismo.
El “coleguita”
Es el que no sólo te coge la mano y el codo, sino también el hombro. Se toma tanta confianza que al final no te respeta.
Cómo actuar con él/ella: Cuando vayas a interactuar con él, marca un límite de tiempo. Es decir, dile que lo sientes mucho pero que en unos minutos tienes una reunión importante.
Aunque a veces te desespera, no le alces la voz, ni lo trates mal. Debes hacerle entender que tenéis una relación de trabajo y no de amistad.
El “enfadica”
Son personas que por h o por b tiene un mal día y lo pagan contigo. Y, ¿qué culpa tienes tú? Debemos saber que hay gente así, frustrada y cabreada, que les da igual incluso que puedas resolverle su problema.
Cómo actuar con él/ella: Mantén la cabeza fría, lo que ellos quieren es que pierdas los nervios e intimidarte. Así que no pares de sonreír y actuar de forma normal. Estaría bien saber las respuestas de los problemas más comunes de los clientes para aconsejarles lo mejor posible.
Otra recomendación es preguntarles qué sucedió para que pueda desahogarse y expulsar toda la furia, así se sentirá mejor.
Aquí te ofrecemos más ayuda para tratar con clientes enojados.
El “puntillitas”
El típico que para todo tiene respuesta y busca que le atiendan para demostrar su inteligencia. Solo busca eso.
Este suele ser problemático, porque si sabe más que nosotros provocará una situación incómoda y querrá hablar con algún superior.
Cómo actuar con é/ellal: Estudiarnos los problemas más comunes y sus respuestas para que nadie nos deje en evidencia.
Por otro lado, está bien dejarlo hablar para detectar qué pasó y darle una solución.
Por último, demostrarle que tú también conoces lo que vendes, incluso más que él porque se trata de tu negocio. Esto le hará bajar la retaguardia y asimilar que es un diálogo constructivo, no un monólogo.
El “perezoso”
Es el cliente con el que perdemos más tiempo. Le cuesta arrancar y su flojera nos lleva a explicarle todo un millón de veces. Este quiere que se lo demos todo masticado y que estemos encima de él, así no tendrá que hacer mucho para darle al coco.
Lo bueno de este cliente, si lo comparamos con otros, es que nosotros llevamos las riendas, el cliente confía plenamente en nuestras capacidades y se deja llevar siempre y cuando la propuesta que le brindemos, no requiera de mucho esfuerzo.
Cómo actuar con él/ella: Debemos comunicarnos con este cliente de la forma más sencilla, es decir, explicarle todo mil veces y decir lo mismo pero de distinta manera. Evitar hacerle demasiadas preguntas porque eso agota la mente de este. La decisión la debemos tomar nosotros, pensando siempre en su beneficio.
El “pesetero”
Este siempre tendrá un interés cuando se dirija a nosotros: el dinero. Querrá negociar algo, ya sea una devolución o un descuento de algo incluso ridículo.
Para sentirse satisfecho, lo único que busca es ganarse aunque sea unos céntimos. Eso le dará placer.
Cómo actuar con él/ella: No siempre este cliente tendrá la razón, por eso debemos aprender algunos argumentos que expliquen que está equivocado.
La mejor solución para lidiar con este cliente es tranquilizarle, eso no quiere decir darle lo que quiere. Hay que buscar un contrapeso.
En conclusión
Clientes molestos hay de muchos tipos pero si puedes identificar su tipo y tienes una estrategia básica para lidiar con el/ella y vale la pena tenerlo de cliente (porque recuerda, no todos los clientes son buenos clientes) entonces también valdrá la pena hacer el esfuerzo extra y tratar de llevar adelante una relación comercial provechosa para ambas parte.
Y si tienes personal, asegúrate de contratar al correcto y entrenarlo.
Después de todo, nuestro sustento y en de nuestra familia, depende de eso. ¿No?
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