Tenemos una idea dándonos vuelta en la cabeza para abrir una nueva empresa pero siempre se interpone el asunto del dinero; ah, siempre el bendito dinero…
¿De dónde vamos a sacar el dinero para financiar la empresa?
Para llevar adelante el proyecto comenzamos por ampliar la idea, armar un plan de negocios, para lo cual además necesitamos tener al menos una buena idea de cuánto cuesta crear una empresa, debemos concentrarnos en las distintas formas de financiar una empresa nueva.
Pero, ¿cuál es la mejor forma de financiar una empresa?
Formas de Financiar una Empresa
Recursos ajenos
Como sucede muchas veces, el dinero disponible por el emprendedor no cubre las necesidades mínimamente razonables para poner ni siquiera en marcha el proyecto. O una parte de las aportaciones es no dineraria (maquinaria, etc.) con lo que no todo el capital «empieza en el banco». Hay que obtener más dinero.
Dejando de lado, las aportaciones de socios meramente capitalistas y el caso particular (y casi de ciencia-ficción) del capital-riesgo, a los emprendedores o, ya concretamente, a la empresa sólo le queda la posibilidad de obtener recursos de terceros.
Los recursos ajenos, a diferencia del capital, deben devolverse en un plazo determinado y casi siempre con el pago adicional de unos intereses.
Estos recursos pueden obtenerse a corto o a largo plazo. Así, los recursos ajenos obtenidos a corto plazo deberán retornarse de forma más o menos inmediata, probablemente dentro del ejercicio en curso o en cuestión de pocos meses.
Los recursos a largo plazo permiten dilatar en el tiempo la devolución del capital, aunque lógicamente pagando una cantidad mayor de dinero en concepto de intereses.
Existen dos fuentes principales de obtención de recursos ajenos:
- Los proveedores
- Las Instituciones financieras
- y existe aún una tercera «semi-fuente» de financiación en forma de subvenciones de la administración.
La primera fuente de financiación está en los mismos proveedores de la empresa.
De la misma manera que los clientes pueden ser origen de necesidades de financiación al no pagar a su debido tiempo, los proveedores pueden «aportar dinero» si conseguimos pagarles un poco más tarde.
Durante ese (breve) lapso de tiempo, la empresa ha disfrutado de dinero en forma de mercancías, o si ha tenido la suerte de venderlas de dinero en efectivo. Lógicamente se trata de financiación a corto plazo, por no decir a cortísimo plazo (podemos hablar de 2, 5, 15 ó 60 días, por ejemplo).
La obtención de crédito por parte de los proveedores puede variar mucho de sector a sector.
En sectores de distribución al por menor puede ser muy difícil surtir una tienda sin una primera ayuda por parte de los mayoristas o de los fabricantes de los productos.
En otros sectores, hasta que no hayan pasado meses o incluso años de intachable seriedad en el pago a los proveedores, es sencillamente imposible obtener financiación por parte de los proveedores.
La segunda fuente de financiación viene de manos de «los profesionales». Las instituciones financieras, aunque a veces no lo parezca, tienen por objeto prestar financiación a cambio de obtener unos intereses sobre el capital prestado.
Sin embargo, estos agentes son imprescindibles en caso de buscar financiación a largo plazo sin tener que acudir a una ampliación de capital.
En la financiación a largo plazo, los bancos van a buscar que la empresa sea capaz de generar de forma continuada los recursos suficientes para devolver el capital y los intereses pactados. En la financiación a corto plazo, también.
Normalmente la financiación a largo plazo se usa para inversiones a este mismo plazo, como instalaciones, maquinaria, etc. aunque será raro que nos otorguen esta financiación al inicio de la aventura empresarial cuando aún no se ha demostrado la capacidad de devolver las cuotas previstas.
Aquí puede jugar un papel muy importante un equipo emprendedor profesional con un buen plan de empresa (aunque no nos engañemos, probablemente tu proyecto no está en Silicon Valley).
También juegan estas instituciones un papel importante para financiar a corto plazo los periodos de baja actividad o las necesidades puntuales de caja. Mantener unas buenas relaciones con el banco y un buen historial de pago es fundamental. Y sobre todo una excelente planificación de tesorería.
Los bancos no suelen fiarse mucho del emprendedor que acude a buscar financiación a semanas vista de que su empresa colapse por falta de dinero.
Gestionar correctamente los ingresos y los pagos a corto plazo puede ser la diferencia entre seguir en el negocio o tener que dejarlo. Muchas empresas que superan la fase de creación mueren en los primeros años de su vida al no saber gestionar correctamente sus necesidades financieras. Muchas veces porque la empresa empieza a ir bien y eso ya sabemos que pide más dinero.
Beneficios retenidos
Si existe una forma saludable de financiar una empresa es a base de los propios recursos generados por la explotación del negocio.
Al menos teóricamente, los ingresos deben cubrir los gastos y las amortizaciones y dejar un beneficio a la empresa. Este beneficio puede ser distribuido a los socios en pago a su aportación de capital. Sin embargo, es muy recomendable reinvertir estos beneficios en el propio negocio para cubrir futuras (o presentes) necesidades financieras.
Curiosamente, si una empresa es capaz de generar holgadamente sus propios recursos tampoco tendrá excesivos problemas en obtener recursos ajenos, y viceversa. Es como pedir un crédito para el coche nuevo: si puedes pagar el coche al contado, es casi seguro que en el banco también te dejen el dinero para pagarlo a plazos.
En definitiva, está muy bien contar con el capital suficiente para empezar el negocio, está muy bien conocer los distintos tipos de financiarse a corto y largo plazo, pero no hay mejor manera de financiarse que disponer de ingresos saludables de forma regular.
Por eso es más importante dedicar tiempo y esfuerzos a crear un negocio fuerte que no a intentar conseguir una de subvención que tal vez no llegue nunca. Es más, algunos emprendedores ponen en marcha su proyecto solamente cuando ya cuentan con clientes o proyectos que garanticen su funcionamiento; aunque esto también suele ser lo excepcional.
En conclusión
Si bien el dinero no da la felicidad, pero ayuda a crear empresas. Y los más importante, ayuda a mantenerlas funcionando.
Si tienes dudas sobre algunos términos financiero, recuerda que contamos con un diccionario de finanzas y otro de contabilidad para consultar.
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